Si en alguna región del Estado el empresariado y la sociedad civil tienen un peso específico, de esos que incluso pueden inclinar la balanza en elecciones de alcalde y Diputados, es en sólido sur de Tamaulipas, en la mancha conurbada de Tampico-Madero-Altamira.
Tan es real esa aseveración que ya le han jugado las contras a gobernadores, para que se dé una idea, al quien se ha creído el más político de todos ellos, Tomás Yarrington, le asestaron derrotas escandalosas cuando los líderes del sur se disfrazaron de azules, le hicieron la vida de cuadritos por mucho tiempo, vaya, por más que le buscaba no podía con ellos.
Seguro usted dirá que en el norte hay más dinero y en dólares, quizá sí, pero también es una realidad que poco se defiende su clase política, son tan débiles que se van como puerca en tobogán cuando ven presupuestos, en peores casos, cuando ven dinero fácil, ahí ni siquiera les importa lo sucio que pueda estar y los empresarios tampoco son muy solidarios, la mayoría opta por una vida binacional, se ganan el dinero en México y se lo gastan y viven tranquilamente en fraccionamientos de pomposos residenciales gringos, por más jodido en San Pedro o la Ciudad de México.
Los resultados de esos comportamientos están a la vista, la frontera sigue batallando mucho para lavarse la cara de violenta y llena de crimen, el sólido sur también lucha, pero por seguir entre las primeras tres regiones de México consideradas de las más seguras del país.
Es cierto, las cosas de pronto parece que cambian, que los del norte le echan más ganitas, pero ya luego vienen las auditorias y siguen apareciendo entre los sospechosos de ladrones o por los menos con la seguridad de que son malos administradores, desordenados y no son dichos, son datos, le relataba que en Matamoros andan buscando los de la Auditoria Superior del Estado más 4 mil millones de pesos tan solo de la cuenta del 2023 que debió solventar el exalcalde de ese municipio, Mario López que se autodenomina La Borrega que en lo público no le salen las cuentas pero en lo privado hasta caballos de 800 mil dólares tiene, y Reynosa sufre el mismo problema desde hace 8 años con el clan de Maki Ortiz y su hijo Carlos Peña, también con cifras escandalosas por demostrar.
Existen más razones para justificar la enorme diferencia en materia de seguridad entre la frontera y el sur de Tamaulipas, sólo le daré otra, mientras el gobierno del Estado se tiene que hacer cargo de comprar vehículos y pagar policías para otorgar garantías a los habitantes vecinos de Trump, en el sólido sur (lo vimos este martes 15 de abril al arrancar el operativo de Semana Mayor y la inauguración del Puente de la Esperanza, antes Puente roto), los gobiernos municipales le entregaron 30 patrullas al gobierno de Tamaulipas para que las destinara a cuidar más aquella región, es decir, dan señales claras de sus objetivos qué, le insisto, mucho son impulsados por su sociedad civil y su empresariado que tienen gran afinidad e interacción con sus alcaldes, por eso llegan a estos actos, porque salen ganando más que las autoridades, porque así han encontrado paz, ven florecer negocios y observan desarrollarse la región.
Por supuesto, la unión es el gobierno estatal, la confianza en el gobernador Américo Villarreal, la entrega de patrullas de autoridades de menor nivel hacía arriba no se había visto nunca, o no lo recordamos, al contrario, solo se observaba como dependían los municipios del Estado para esos menesteres, y le insisto, si puede ser mucha la voluntad de los alcaldes de participar con el gobierno, pero en aquella región se consensuan las cosas antes de arrancarlas, se lo dejo ejemplo, es más, debe ser un modelo de trabajo no solo para Tamaulipas sino para todo México porque funciona y funciona bien.
Sí, hay que ponerles palomita a los presidentes municipales del sur, a Mónica Villarreal de Tampico, Erasmo González de Madero y a Armando Martínez de Altamira, quizá en los primeros dos casos doble porque en una visita relámpago se comprobó que sus tránsitos ya no extorsionan tan feo como parecía eran obligados en el trienio pasado, pero esa ya es otra historia.
Y usted siempre tiene la razón, en el sur también hay cosas que deben atacarse, siempre hay problemas, pero la enorme diferencia es que mientras ellos le están metiendo dinero y sacrificando cosas, los de la frontera son de los que piensan que primero muertos que dejar ir un centavo, los siento, son otra vez las odiosas comparaciones, pero creo que hoy no las debemos dejar pasar, menos cuando son evidentes los resultados…