De cada 10 migrantes 4 son mujeres y sus bebés o niños adolescentes, con mayor grado de vulnerabilidad ante grupos criminales que los acechan a lo largo de su travesía por el país, pero sobre todo de autoridades de seguridad pública al llegar a Coahuila, manifestó Alberto Xicoténcatl Carrasco, director general de la Casa del Migrante en Saltillo.
«Como lo hemos estado denunciando públicamente, desde hace algunos meses estos retenes empiezan a partir de Monclova hasta Piedras Negras y en estos retenes hemos visto que autoridades de los tres órdenes de gobierno sí son muy violentos sobre todo con las mujeres y los niños; tenemos conocimiento que a los niños les quitan los pañales para ver si los papás les pusieron dinero abajo de los pañales», expuso.
Inicialmente los que miraban más eran principalmente hombres, ahora son familias completas o lo que Xicoténcatl llama familias ampliada, es decir, viajan abuelas, tíos, tías, primos, entre otro parentesco.
«»Hace como 12 años la mayoría de las personas eran varones actualmente está el 40 por ciento son familias, mujeres, niños y niñas y personas adolescentes, pero la diferencia entre niños y niñas y adolescentes, desgraciadamente son grupos mucho más vulnerados por bandas delictivas, pero sobre todo lo que más nos preocupa es que también son vulnerado sus derechos por las autoridades nosotros tenemos conocimiento que siguen existiendo los retenes», manifestó.
A detalle, dijo que las mujeres que llegan a Casa del Migrante en Monclova, Piedras Negras y son regresadas a Saltillo, refieren en algunos casos haber sufrido tocamientos y que a sus bebés les quitan su ropa de bebé, pañal para destruirlos y ver si esconden dinero ahí.
«Las mujeres han recibido tocamientos, también buscando recursos económicos escondidos en sus partes íntimas y estos lo hemos dialogado con las autoridades y ninguna se ha hecho responsable.
«Todas dicen que no son parte de sus elementos, que no participan en este tipo de actos porque tienen protocolos que dificulta mucho la comisión ese tipo de violación a derechos humanos y de delitos», explicó.
Los retenes donde ocurren dichos hechos y que son mencionados por las y los migrantes afectados son los ubicados en Monclova y Piedras Negras.
Y aunque dichos hechos fueron denunciados, inicialmente ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos en Coahuila, esta no ha reportado ni dado ningún informe al respecto, aseguró Xicoténcatl.
«Este mismo año platicamos con el presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos y le pedimos que hiciera operativos no avisados con anterioridad, sino que llegar de forma sorpresiva a verificar cómo se comportan esas autoridades y vamos a preguntar con este fin de año qué fue lo que encontraron», apuntó.
Al respecto la Abogada de cada del migrante, Mariela Guadalupe Hernández Aldape indico que de cada 10 casos que le llegaron a ella al menos en el año pasado la mitad refería haber sido tocada en sus partes íntimas.
“Si hubo algunas personas que si fueron agredidas en violaciones como tales adultas mujeres y que lamentablemente solamente que quedó en queja porque tomaron la decisión de entregarse de inmediato con tal de no permanecer ya en el estado por el miedo a que algo más les pasara, pero quedo registrado todo esto en quejas que nosotros presentamos como organización par que estos hechos no quedarán en la documentación nada más y salieran a la luz.
“No puedo dar un número exacto, pero de 10 personas que atendía cinco personas mencionaban que había tocamientos, pero estamos hablando que inclusive que recibían tocamiento de parte de la autoridad a que no van en el tema de una revisión como tal, es un hecho que nadie tendría porque que vivir”, explicó.
Psicológicamente, este tipo de actos siguen causando efecto negativo en los migrantes, se refleja en hipervigilancia, falta de sueño, molestia importancia o frustración, lo que es muchas veces normalizado, aseveró Judith Marisol Esparza Cerecero, Psicóloga de casa del migrante en saltillo.
“Nosotros lo podemos detectar, pero de ahí que la persona (víctima) lo llegue a catalogar como tal hay una gran diferencia creo que las personas que lo han sufrido pueden vivir los efectos, pero quizá no le ponen el nombre como de tocamientos o abuso o a veces ni siquiera lo nombran como tal ni siquiera te lo dicen porque hay una normalización de la violencia
“Me ha tocado escuchar que las mujeres y hombres me comentan que estas son cosas que ellos tuvieron que haber pasado para llegar hasta aquí.
Para ellos que esto les suceda, llega a ser hasta cierto punto normal y es un mecanismo de defensa para afrontar la situación”, concluyó.