Por Mauricio Ortega Galindo:
El Mausoleo Tiresias, será un espacio para rendir tributo y acogerá los restos de mujeres trans. Esta es una iniciativa de la activista trans Kenya Cuevas y estará ubicado en el panteón civil de San Lorenzo Tezonco, en CDMX.
Ciudad de México- “Hoy me siento muy tranquila y muy contenta conmigo misma porque sé que están descansando. Las personas mueren cuando son olvidados, ellas no van a quedar jamás en el olvido. Yo no sabía cómo hacerlo, pero tenía la convicción y las ganas de hacerlo”, expresó la también directora de la organización Casa de las Muñecas Tiresias a la Agencia EFE.
Este lugar, que va a contar con 146 espacios, fue donado por Clara Brugada, la alcaldesa de Iztapalapa, en donde se ubica el cementerio, y va a ser construido con el apoyo de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México.
Así mismo, Cuevas precisó que las mujeres que serán enterradas en este lugar, que estiman que esté listo a finales de julio, fueron víctimas de la violencia transfóbica o de la violencia estructural.
También dijo que este lugar será muy importante por la memoria de todas las mujeres y para pagar la deuda que el Estado tiene con ellas.
En la colocación de la primera piedra estuvo presente la fiscal general de la Ciudad de México, Ernestina Godoy, quien consideró que este día fue una celebración para las mujeres trans.
“Derecho a la muerte digna debe ser asequible a todas”, sentenció.
Por su parte, Kenya Cuevas lleva desde 2016 recogiendo los cuerpos de compañeras trans que fallecieron y que no cuentan con nadie de su familia que las busque y les dé una sepultura digna.
Todo inició con el asesinato de Paola Buenrostro en 2016, una mujer transgénero dedicada al trabajo sexual. El 29 de septiembre de 2016 se subió al auto de un hombre quien, cuando se dio cuenta de que era una mujer trans, le disparó con un arma calibre nueve milímetros, Buenrostro murió al instante.
Kenya Cuevas, quien era amiga de Paola, presenció el asesinato de su también compañera de trabajo; tras lo sucedido realizó la denuncia correspondiente, no obstante, los agentes ministeriales las trataron en masculino y el caso no fue investigado como delito de odio. El presunto culpable fue puesto en libertad y horas después se dio a la fuga.
Además, indico que este lugar será muy importante por la memoria de todas las mujeres, así como para pagar la deuda que el Estado tiene con ellas.
“Lo que nos une no es la muerte, es la memoria. De este lado del continente nuestra esperanza de vida es de 35 años. Se está pagando una deuda hacia nosotras”, aseguró la activista.