El próximo 8 de marzo es el día internacional de la mujer. Así lo declaró la ONU en 1975. Este año la organización de las naciones unidas convoca a los gobiernos para que bajo el lema “soy de la generación igualdad: por los derechos de las mujeres”, promuevan la igualdad real que prometen a las mujeres porque el balance sigue siendo negativo. Al respecto la ONU declara:
“….a nivel mundial,… el cambio real ha sido desesperadamente lento para la mayoría de las mujeres y niñas… Hay…obstáculos que permanecen sin cambios. Las mujeres y las niñas siguen siendo infravaloradas; trabajan más, ganan menos y tienen menos opciones; y sufren múltiples formas de violencia en el hogar y en espacios públicos…”
La ONU tiene razón. A la mujer, incluso niñas, se le imponen labores domésticas excesivas con escaso reconocimiento al valor de su trabajo. Muchas madres hacen trabajo doméstico, vigilan el aprovechamiento escolar de los hijos, su salud, atienden al esposo o pareja, además desempeñan algún trabajo y aportan dinero para el hogar. Si vive en unión libre puede quedarse sin bienes si su pareja actúa de mala fe porque en Tamaulipas la unión libre o concubinato no es equiparable, en todo, con el matrimonio civil.
Persiste la violencia física o psicológica contra la mujer. Las indígenas son las más expuestas. No se observa coordinación entre los distintos órganos públicos e instituciones privadas relacionadas con la protección de la mujer. Falta policía especializada de reacción inmediata que atienda los casos graves de violencia. Esta medida la ordena la ley general de acceso de las mujeres a una vida libre de violencia. Dos veces al año se va de vacaciones la protección que el poder judicial en Tamaulipas debe otorgarles. No se dejan guardias para atender asuntos de urgente resolución para proteger a mujeres y niñas.
Aun son pocas las mujeres en puestos de alta dirección. En el campo de la ciencia son pocas las que tienen la oportunidad de ingresar. El servicio de guardería infantil es insuficiente. Son pocos los estados que equiparan totalmente la unión libre al matrimonio. Las recomendaciones de la ONU se convierten en leyes, de lenta o simulada aplicación.
Por tanto, falta mucho por hacer para cambiar la cultura patriarcal que consciente o inconscientemente mantiene la desigualdad real de oportunidades para la mujer según sus méritos y capacidades.
¿Usted qué opinas? Le saluda, Antonio Macías Ruiz.