Habitantes del ejido Campoamor del municipio de Padilla denunciaron que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) privilegia a un grupo de empresarios de Ciudad Victoria en perjuicio de los comuneros.
Dijeron que los empresarios de apellido Arce han sido protegidos por los gobiernos en complicidad con la Conagua.
Mario Guevara Vázquez, presidente del comisariado ejidal del ejido Campoamor, relató que los denunciados llegaron al ejido hace más de 20 años con un contrato de renta de parcelas de alrededor de 100 hectáreas; el contrato era por 15 años.
Según el funcionario, los Arce venden limón y prometieron darle un 10% de las ganancias a los comuneros, algo que no cumplieron.
Ante el incumplimiento, los ejidatarios demandaron a Luis Arce Suárez ante el Tribunal Unitario Agrario Distrito 30, con sede en Ciudad Victoria, quien actualmente es representado por Roberto Arce Suárez.
«Con este gobierno de Andrés Manuel López Obrador hemos logrado recuperar alrededor de 20 hectáreas y ya están en trámite de entregarse otras 20 hectáreas», dijo Guevara.
Sin embargo, a pesar de que el veredicto del Tribunal Agrario salió a favor de los ejidatarios, el empresario victorense no lo respetó y sigue tomando agua de un pozo en Padilla.
Los comuneros interpusieron una nueva denuncia en 2022 ante las instancias judiciales, pero hasta este viernes no han tenido respuesta.
«Él siguió haciendo uso del agua ya sin permiso ni concesiones del ejido, cuando se supone que los pozos, la maquinaria y toda la infraestructura que estén dentro del ejido son propiedad del mismo, básicamente nos está robando el agua», dijo una ejidataria.
Agregó que hace unos tres años lograron que la Conagua les hiciera la relocalización de las cuatro concesiones con las que cuenta el ejido Campoamor en un pozo que está cerca de la carretera, desde donde sigue extrayendo agua el empresario Arce. El pozo donde está extrayendo sin permiso está en una corredora de limón que ellos manejan irregularmente sin registro alguno, recordemos que las parcelas son ejidales y no propiedad privada.
El problema es que, bajo una norma oficial mexicana, la Comisión Nacional del Agua ordenó a los ejidatarios que cierren ese pozo o serán acreedores a una multa, «pero nosotros no sabemos de normas, ellos son los que saben cómo se va a cerrar este pozo», dijo el presidente del comisariado ejidal.
Actualmente, los ejidatarios tiene problemas para regar sus parcelas.
«Las huertas están secándose, ya no estamos preocupados por la producción sino por salvar los árboles y las plantas porque sí nos está afectando bastante esa anomalía que está pasando (…) él está robándose el agua y regando con cañónes donde sale bastante agua del pozo, está regando una sábila donde las parcelas tampoco son de él, porque están en juicio».