Francisco Ramos Aguirre/Cronista de Victoria
Elías Sergio Mansur Govea. Guitarrista, compositor y maestro, artísticamente conocido como Checo Mansur. Nació y murió en Ciudad Victoria, Tamaulipas (20 de mayo de 1951-8 de enero de 2023).
Hijo de Elías Mansur Areiro -de origen Sirio- y Herlinda Govea Sánchez, quienes integraron una familia de seis hijos: Sandra, Elías Sergio, Ernesto David, Linda, Armando Javier y Guillermo (+).
Realizó primeros estudios en la Escuela Primaria Enrique C. Rébsamen y más adelante en la Secundaria Federal 1 Adolfo Ruíz Cortines, donde su padre impartía clases de encuadernación y fue uno de los fundadores de esa institución.
Posteriormente ingresó a la Preparatoria Federalizada Marte R. Gómez y después inició estudios profesionales en la Facultad de Comercio y Administración de la UAT. Sin embargo no concluyó la carrera, porque tuvo el carácter y temple de considerar que su verdadera vocación era la música. Su padre fue un extraordinario músico, ejecutante de guitarra, piano y otros instrumentos.
A mediados del siglo pasado, en su tránsito por Ciudad Victoria se presentó el Trío Los Panchos en la radiodifusora XEBJ, donde Alfredo El Güero Gil lo escuchó tocar. Inmediatamente lo invitó a integrarse a la famosa agrupación y viajar con ellos a la capital del país el día siguiente. Por motivos de sus creencias religiosas, no aceptó la propuesta que probablemente hubiera cambiado su vida.
Durante su niñez en su céntrica casa del 19 y 20 Hidalgo, Checo vivió en un ambiente rodeado de instrumentos, partituras, atriles, música y canto. Bajo esas circunstancias, gracias a las enseñanzas de su padre, aprendió a tocar guitarra a los cinco años de edad y al cumplir siete, se integró al grupo musical denominado Los Dragoncitos.
Además, tres de sus hermanos tocaban guitarra; mientras Sandra lo acompañaba cantando en algunos eventos y festivales artísticos locales.
Gracias a las lecciones de don Elías de quien heredó el talento musical, Sergio descubrió desde temprana edad la facilidad de tocar instrumentos y abordar diversos géneros musicales.
Participó en numerosos proyectos con el Instituto Tamaulipeco de Cultura, así como también obtuvo varios estímulos y becas para desarrollar y promover la música tamaulipeca. En 1996 su propuesta Rescate y Proyección de la Jarana, ganó un premio del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes de Tamaulipas. El resultado de este apoyo generó la edición de un libro y un disco compacto sobre ese instrumento propio para la ejecución del son huasteco.
Se puede asegurar que fue un músico autodidacta e investigador musical y especialista en instrumentos de cuerda, motivo por el cual los críticos y amigos del gremio lo apodaban La Cuerda Mansur.
Tocaba guitarra acústica, jarana, ukelele, requinto, guitarra y bajo eléctrico, entre otros.
Aportó con lucidez varias piezas de música de su autoría y grabó al menos dos discos. Representó a Tamaulipas en diferentes Estados de la República y actuó en varias emisiones del Festival Cultural Internacional Tamaulipas.
Juglar de los silencios, imágenes y ritmos, radicó varias temporadas en San Miguel de Allende y Ciudad de México, donde cumplió contratos laborales.
En Nuevo Laredo, Tamaulipas tuvo contacto con Gilberto Puente el conocido guitarrista de Los Tres Reyes, a quien acompañó musicalmente en varias presentaciones. Lo mismo con diversos artistas, entre ellos la cantante matamorense Dulce.
Sergio Mansur formó parte de la vida artística, musical y cultural de la capital tamaulipeca, participando individualmente con figuras locales de su generación por ejemplo Alán René, Gerardo Pinzon y Layo Castillo en numerosos eventos sociales, familiares, oficiales y audiciones privadas de gobernadores y funcionarios.
Impartió clases particulares de guitarra a numerosos niños y adultos. Estuvo casado con Beatriz Ochoa Delgado, con quien procreó tres hijos Sergio Tadeo (+) Sheila y Andrea Mansur Ochoa; además de un nieto Sergio David.
Checo Mansur, como era conocido cariñosamente en el medio artístico, era un hombre sensible, generoso, noble, siempre rodeado de amigos y dotado con extraordinaria pasión y talento musical.
Según los conocedores del arte guitarrístico, era uno de los mejores y virtuosos ejecutantes de dicho instrumento. Gracias a sus cualidades, era capaz de competir con músicos de primera línea de Tamaulipas, México y cualquier país del mundo. (Datos proporcionados por Sandra Balderas Mansur).