Intentar acabar con la violencia en línea, en concreto con la imagen asociada a los cuerpos de las personas, es la base de una nueva campaña llamada bodyright (derechos sobre el cuerpo), que ha lanzado este jueves el Fondo de Población de las Naciones Unidas.
La iniciativa, que busca crear una nueva modalidad de derechos de autor para el cuerpo humano, intenta transmitir el mensaje que tanto las mujeres y las niñas como las minorías raciales, étnicas y la comunidad LGBTQ+ u otros grupos marginados son menospreciados, explotados y maltratados en internet.
La campaña destaca que se valora más a los logotipos de las empresas y a la propiedad intelectual sujeta a derechos de autor que a las imágenes de los cuerpos de personas.
El elemento central del movimiento bodyright es el símbolo ⓑ, que puede añadirse a cualquier imagen de forma directa a través de las historias de Instagram, visitando la página web de la campaña y usando la «herramienta bodyright» o descargando directamente el logo en el sitio de internet.
El objetivo de la iniciativa es que todo el mundo se una al movimiento para que los encargados de la formulación de políticas, las empresas y los particulares rindan cuentas.
La directora ejecutiva del Fondo, la doctora Natalia Kanem destacó que los entornos virtuales representan “la nueva frontera de la violencia de género” y que ya ha llegado la hora de que las compañías tecnológicas y los responsables de formular políticas sobre este tema “se tomen en serio la violencia digital”.
Un cartel anunciando la existencia de internet.
Los entornos virtuales no protegen los cuerpos de las personas
La agencia especializada de la ONU recordó que las denuncias por ciberacoso son un fenómeno generalizado y que la violencia en línea es una práctica muy extendida.
Un estudio de la Unidad de Inteligencia de la revista The Economist señaló que el 85% de las mujeres con acceso a internet presenciaron violencia en línea contra miembros de su mismo sexo, y que un 38% lo experimentó en persona.
Además, cerca del 65% de las mujeres encuestadas sufrió casos de ciberacoso, discurso de odio y difamación, mientras que el 57% fue víctima de insultos y astroturfing (una práctica que consiste en compartir contenido perjudicial simultáneamente en varias plataformas) mediante vídeos e imágenes.
Muchos países todavía no prohíben la violencia en línea
Igualmente, el Fondo destaca que cualquier persona que trate de retirar imágenes donde sea explotada descubrirá las escasas opciones jurídicas que existen para hacer valer sus derechos y protección y que, en caso de querer ejercerlas les aguarda un largo y doloroso proceso.
Esta situación supone un claro contraste en comparación a la protección que sí poseen los autores de canciones o películas, ya que las plataformas digitales, mediante las leyes aprobadas por sus gobiernos, retiran de inmediato el contenido que infringe sus derechos.
Del mismo modo que se aprobaron estas legislaciones y que las plataformas han ideado sistemas para identificar e impedir el uso no autorizado de material protegido por derechos de autor, el Fondo reclama que se aplican estas mismas protecciones para las personas y las imágenes relacionadas con ellas.
Nueve de cada diez mujeres (92%) afirman que la violencia en línea menoscaba su sensación de bienestar, mientras que más de un tercio (35%) ha padecido problemas de salud mental debido a este tipo de violencia.
El Fondo destaca que esta sensación traumática impide la “autoexpresión libre” y afecta negativamente a la vida profesional y a la economía de las personas que dependen de espacios en línea y redes sociales. “La violencia en línea silencia la voz de las mujeres”.
Información original en: https://news.un.org/es/story/2021/12/1500892