20 de nov de 2021, estaremos celebrando el aniversario 111 de la Revolución Mexicana; este poema que hoy les comparto, lo escribí en el centenario de su inicio. Somos una joven democracia aprendiendo a ser libres y manejar esa virtud, para construir un México más fuerte. En el transcurso de la historia, cien años son apenas un suspiro. Sintamos el orgullo de ser mexicanos y el compromiso de forjar una patria libre y progresista, sin miedo al futuro.
REVOLUCIÓN MEXICANA
El doliente pueblo se arrastra
en el fango de la injusticia;
los cuerpos exánimes
y las caras de angustia
se perfilan en las sombras
de los campos y los valles
¡y alargan sus brazos al cielo
en busca de pan y descanso!
Son como fantasmas
sin esperanza sin luz
son sombras vacilantes
con ojos que olvidaron, cómo llorar.
El frío látigo del terrateniente
lacera las frágiles espaldas
del campesino que sobre la tierra
cultiva con su sangre y su sudor
el trigo que no ha de comer
y la dulce fruta que sus hijos no tendrán.
Secas gargantas que se cansan de gritar
sin que los sonidos
lleguen a horadar el viento
porque no se suelen escuchar.
¡Silencio! ¡Muerte!
¡Miedo! ¡Miseria! ¡Hambre! ¡Dolor! . . .
La raza de bronce agoniza . . . .
El poder del tirano . . .¡aplasta!
El sol escondió su rostro
entre los velos de la indiferencia
para no ver que sucumbían
los descendientes de Netzahualcóyotl
Moctezuna y Cuauhtémoc . . .
Una chispa de historia
avivó la hoguera de otros tiempos
en los añejos rescoldos del pasado;
y aquel pueblo exhausto y opreso,
alzó altanero la testa
y su garganta tuvo voz vibrante
¡No más opresión!
¡Basta de incertidumbre y miedo!
La entraña misma de la tierra
vomitando la voz de los caídos
emergió de las tinieblas
con horrísono estruendo
para teñir con gloria el suelo
estremeciendo las raíces
de los viejos encinos.
Y los famélicos cuerpos
enderezaron la espalda, alzaron la frente
y de sus voces volvieron a escucharse
como rugido de fiera herida.
Y por sus ojos emergió
el génesis de su historia
para alzarse como legendarios titanes
en pos de su libertad.
Revolución Mexicana
¡Reivindicación del alma de mi pueblo!
Saeta que hiriera
Mortalmente a la tiranía
abriendo el seno de la patria
parta dar a luz la democracia.
¡Madero!
Pilar que se eleva impasible
proyectando su sombra centenaria
¡Carranza! Leyes sabias
que se hunden en la tierra de los tiempos
para germinar pacientemente
y emerger como sólido roble
que prolifera la semilla de la libertad.
¡Valeroso y controvertido Villa!
Su sombra, se alarga, se difumina
bañada por la argentina luz de la luna llena
¡y aún cabalga en su siete leguas!
sin que los cascos de su corcel, toquen el polvo
convocando a a sus dorados norteños
que por sus ideales
supieron entregar la vida.
¡Tierra y Libertad!
Voz que permanece y cruje
¡vibrante y eterna!
y que resbala pródiga y mansa
por los riachuelos y cascadas
del vergel sureño
gritando el nombre
de Emiliano Zapata.
En las piedras del camino
y la memoria de los montes
las gotas de su sangre, aún lo repiten
¡Esta es mi patria! Aquí vive mi gente! . . .
¡Adelita! ¡Soldadera!
Rebozo que fue cuna y mortaja
envolviendo en su trama
crisol de sueños y dolor
promesas y esperanzas
y voces palpitantes que se entretejían
con valor y llanto silencioso.
La tierra envejecida y maltrecha
daba a luz la semilla germinada
del maíz del rubio trigo . . .
y fueron manos de mujer
las que exprimieran, su exigua entraña
para buscar el pan de sus hijos
cuando los hombres tornaron
los arados por los rifles.
Esa mujer mexicana y valiente
fue capaz de amamantar a un hijo
y empuñar el rifle con bravura
para abatir al opresor.
¡México! ¡Nuestro México!
Amalgama de luchas, de sangre, de historia
¡de promesas! y de sueños . . .
fuego que funde en la fragua
donde se escriben los tiempos.
Hoy, emergen del vientre de la patria
¡Diez mil voces! ¡Un millón de voces!
Niños que se acunan con la música de la libertad
se amamantan con el néctar de las promesas
y crecen con la sinfonía de la democracia
Planicies de tiempo mecidas por el progreso
y arrulladas por los vientos del futuro;
el amanecer se avecina.
y se gesta en el numen
de las jóvenes conciencias
que habrán de plasmar
en mágico lienzo su obra magistral.
El viento la esparce como trino del cenzontle
las voces de hoy,
que forjarán las páginas del mañana.
¡No más silencio!¡No más conformismo!
¡Revolución Mexicana!
¡Diez DÉCADAS de historia!
Civilización que se proyecta
futuro promisorio
que nos espera en el horizonte
con áureos destellos
de esperanza y triunfo
que habremos de conquistar
templando con firmeza
el arco de Cuauhtémoc
para lanzar al infinito
las brillantes flechas
del progreso y la libertad.
A.C. G.
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