Del Abogado Amigo
Luis Torre Aliyán
Recuerdo recién salí de la Maestría en Derecho Laboral en la Universidad Autónoma de Tamaulipas, mi alma máter, cuando con mucho esfuerzo me fui a hacer una especialidad en Justicia Constitucional, en España.
Y aunque fue en 2014, aún siento como si fuera ayer el gusto que me dio la sorpresa de que un mexicano, el brillante abogado e investigador de la UNAM, Miguel Carbonell me impartiera cátedra.
Saco el tema, estimado lector, porque recuerdo bien su primer tema: “el principio de progresividad de los derechos humanos”. Dicho principio tenía tan solo 3 años de haber sido plasmado en la reforma constitucional de 2011, en el párrafo tercero del artículo 1o de nuestra carta magna.
Claro, si me detuviera a explicar todas sus aristas además de aburrirles, tendría que extenderme, pero en lo toral la progresividad de los derechos implica una obligación del Estado de garantizar niveles mínimos de disfrute de los derechos humanos, y desde luego prohíbe las medidas regresivas de dichos derechos: ningún derecho puede restringirse (por regla general), o “ir para atrás” sino al contrario.
Consideré oportuno hoy hacer esta reflexión, porque desde entonces (2011), que no se veía un avance en el tema como hoy: Es innegable que México vive una transformación.
Desde la despenalización del aborto; la permisividad que viene en el tema marihuana y los matrimonios homosexuales, son un claro indicativo de que la Corte está desempeñando un rol fundamental en la transformación del país.
Y aunque es observable que el Presidente López Obrador ha sido muy cauteloso y no se ha pronunciado abiertamente sobre el aborto y sobre el consumo de marihuana, lo cierto es que no es casualidad que en Oaxaca, Veracruz e Hidalgo con mayorías legislativas de MORENA hayan despenalizado el aborto y en el Senado también de mayoría morenista haya avanzado el dictamen para regular/legalizar la marihuana.
Pero de acuerdo a mi enfoque, es lo de menos si estos cambios se dan por la influencia positiva del Lic. Andrés Manuel en la Corte (si es que la hubiere de facto), o si es el Ministro Zaldívar quien encabeza esa agenda progresista, si fuera el Senado o las legislaturas locales morenistas, lo que es una realidad es que por el bien de millones de mexicanos ahora el principio de progresividad de los derechos que consagra el artículo 1o constitucional se respeta, y ha dejado de ser letra muerta.
Enhorabuena por el momento histórico que atraviesa el sistema jurídico mexicano, y espero que esa agenda progresista que es un reflejo mayoritario del pulso social, pronto llegue a Tamaulipas, para que también en lo local el libre desarrollo de la personalidad deje de ser un concepto jurídico y forme parte de las oportunidades de una mejor calidad de vida para los tamaulipecos.
Estoy cierto de que habrá condiciones pronto. Al tiempo.