Tamaulipas enfrenta una de las peores crisis hídricas en años, toda vez que las presas internacionales, que abastecen a la frontera, apenas aguantan para un año, aunado al saqueo de hasta 600 millones de metros cúbicos en la Cuenca del Río Bravo.
Raúl Quiroga Álvarez, titular de Recursos Hidráulicos del Gobierno de Tamaulipas, confirmó que, “los focos rojos se encuentran prendidos por el desabasto de agua”, luego de que se necesita que un fenómeno hidro meteorológico impacte para recargar las presas internacionales que cuentan con 200 millones de metros cúbicos de agua cuando se necesitan 300 millones para el consumo humano.
“Las presas internacionales están en el nivel más bajo, más crítico de la historia con poquito más de 200 millones de metros cúbicos; para un año se requieren más de 300 millones de metros cúbicos para consumo humano solamente, sí traemos un déficit importante”.
Detalló que en las 10 ciudades de la frontera del estado a lo largo del Río Bravo vive el 50 por ciento de la población de todo Tamaulipas, de ahí la preocupación por el déficit de agua.
«Requerimos que haya en esta temporada de lluvias escurrimientos de agua mexicana al Bravo de tal suerte que en las presas internacionales tengamos lo necesario».
El funcionario sostuvo que, se tiene bien estudiado el acuífero del bajo Río Bravo, es decir, el norte de Tamaulipas y se trata de un acuífero salino, por lo que es inviable la extracción de agua subterránea que tampoco puede ser utilizada para la agricultura porque ensalitra los suelos.
«Hay algunos pozos, pocos, con agua dulce, pero está catalogado como acuífero salino».
Quiroga Álvarez, dijo que siempre es viable una planta desalinizadora para agua de mar en situaciones de emergencia, sin embargo, la apuesta está encaminada en estos momentos a combatir el saqueo de agua.
«Lo ha dicho la presidenta, hay que poner orden en las concesiones y tecnificamos el agua de los distritos, seguramente los escurrimientos del Río Bravo se van a normalizar y vamos a tener otro escenario totalmente».
Asimismo, reconoció que el saqueo de agua es brutal, de hasta 600 millones de metros cúbicos de agua, por lo que lo que se está haciendo es lo que se debe de hacer a la par de la tecnificación de los distritos de riego, donde también se pierden cientos de millones de metros cúbicos de agua.