Por: Marco Antonio Vázquez Villanueva
El rancho Izaguirre, en Teuchitlán, Jalisco, podría convertirse en el Ayotzinapa de Claudia Sheinbaum si no se ponen las pilas los de su equipo de comunicación y gobernación, si continúan con su terquedad de defender lo indefendible y no me refiero a la verdad sino a ir en contra de la percepción ciudadana, de lo que se cree saber desde antes de que los allegados al gobierno federal de ayer se empeñara en negar que ese lugar era un centro de exterminio sin ninguna prueba contundente en la mano.
Las feroces locuras de Noroña atacando a los opositores en un tema tan sensible, la terquedad de muchas autoridades de negar siquiera la posibilidad de que ahí se hayan desaparecido a cientos de personas, (uno de los presuntos testigos dice que quizá fueron miles de personas las cremadas en hornos hechizos o hechas pedazos y lanzadas al drenaje, y que funcionó por muchos años como lugar de ejecuciones ese rancho, según su versión), más los indicios de que la FGR se irá con la misma versión del no pasa, pueden resultar dañinas para la presidenta a la que parece los del pasado inmediato la quieren entrampar.
Mire, una realidad es que resulta muy poco tiempo de investigación como para llegar a conclusiones tajantes, pero si quiere no tome en cuenta esta variable, porque más realidad es que la gente no les va a creer nada a menos que acepten si hubo cientos de desaparecidos o miles de ejecutados en ese rancho, es más, está última versión se las aceptarían hasta sin pruebas y con los ojos cerrados.
Otra situación es que la existencia o no de cadáveres, de ejecutados o quemados en ese rancho, en nada afectaría la imagen de Claudia Sheinbaum, al contrario, podría presumir que en su gobierno lo descubrieron y que hacen trabajo para castigar a los culpables por eso no se entienden las razones de tanta negación en algunos de los suyos, vaya pues, de Noroña, Monreal, de funcionarios del pasado y presente, de todos los que han negado tan ferozmente la mera posibilidad de la existencia de dicho centro de exterminio a priori, si se comprende porque obedecen al pasado, a Andrés Manuel, en todo caso, a los intereses del gobierno de la época en la que pudieron suceder parte de los asesinatos (si es que los los hubo), pero en la presidenta no queda adherirse a esa versión, o el tratar de negar la posibilidad de estos lugares a lo largo y ancho de México, porque de ella apenas son meses de gobierno, porque en su administración las cosas van mejor, porque bajo su liderazgo todas las aberraciones del pasado y antepasado están saliendo a la luz, ella se puede poner la capa de héroe pero nunca cargar con las culpas del pasado, sean reales o no.
La situación nos dice que este es un buen día para que Claudia se vaya desligando del pasado, para aceptar que no todo fue felicidad, para dejar claro que ella será mucho mejor y no protegerá a nada ni a nadie.
Lo anterior viene a colación porque la Fiscalía General de la República citó a una conferencia con la prensa para mañana, hablará del tema del rancho Izaguirre y, por los rumores, serán las mismas versiones inverosímiles las que se repetirán en dicho acto, vaya pues, ¿Quién les va a creer que la existencia de más de 200 pares de zapatos y objetos personales de desaparecidos son pura casualidad o de personas vivas?, ¿Quién les dará por buena la posibilidad de que haya solo tres cadáveres ahí?, nadie, ni ellos se la van a creer, por eso le insisto que ojalá la presidenta con A entienda que le quieren poner una trampa, que la quieren hacer responsable de algo que no fue en su año y por lo tanto no le hace daño, porque si lo fue solo existió para que sus policías si descubrieran lo que ocurría y atacaran a los delincuentes.
De verdad que la presidenta está haciendo un buen trabajo, de eso no hay duda, ni siquiera en el tema de seguridad, por eso no se vale que cargue con cadáveres que no son suyos, el rancho Izaguirre, el probable exterminio en Teuchitlán, es un tema del pasado, si quieren encubrirlo lo mejor es que no hagan torpezas, que se queden callados porque de otra forma enlodaran a la presidenta y, créalo, hasta hoy no lo merece, ha sido una mujer muy sensata, de resultados y que está chambeando por lo que no puede, ni debe, provocar que lo acontecido en ese lugar se le convierta en su Ayotzinapa, que la marque y la destruya ante la opinión pública por algo que no ha cometido y eso suceda para siempre.
Lamentable, pero todo hace parecer que el lopezobradorismo otra vez se ha unido en contra de la presidenta, que le quieren poner una trampa junto con la poquita oposición que queda en el país, peor el caso, que los de su equipo lo están viendo y no ven, que la están metiendo en problemas y no la salvan, digo, ya por lo menos alguien se pudo hacer responsable o hablar y dar por probable que todo puede suceder para rematar con el clásico de que seguirán las investigaciones hasta sus últimas consecuencias, lo que urge es sacarla pronto de ahí, porque no es su problema y no debe cargar con el mismo, menos con tanta inocencia al caer en las feroces garras de los hombres del pasado inmediato…