Daniel Santos Flores
Nacida en 1987 en la Ciudad de México, Fobia se convierte en una banda mexicana de rock alternativo. Sus integrantes originales fueron Leonardo de Lozanne Paco Huidobro, Cha!, Jay de la Cueva y Gabriel Kuri. fobia es conocida por su estilo irreverente, tiene letras cargadas de un poco de humor y un sonido que combina rock alternativo con influencias de punk y new wave.
Fobia se destacó desde sus inicios especialmente con su álbum debut homónimo en 1990, que incluyó éxitos como «El Microbito» y «Veneno Vil». Sus temas en algunas ocasiones abordan la crítica social de una manera sutil.
Fobia ha sido un referente en la evolución del rock en español, y se distingue por ser una banda que, aunque no siempre se mantuvo en los primeros lugares de popularidad masiva, ha tenido un impacto duradero en la cultura musical mexicana.
A lo largo de su carrera, Fobia ha lanzado varios álbumes importantes como Mundo Feliz, Leche y Amor Chiquito, este último con gran éxito gracias a la canción «Hipnotízame», uno de sus temas más icónicos, también en este presenta un tema llamado «Revolución sin manos» el cual te escribo aquí algunas de las líneas que canta su vocalista y precisamente a lo que me lleva a escribir esta columna de análisis:
«Después de tanto correr, después de escapar / Después de tanto oír tu llanto / Y escucharte rezar, no sé ni qué pensar / Después de tanto escribir / Después de tanto soñar / Después de tanto ser rebelde / Sin tener que atacar, qué quieres encontrar / Revolución, lo que hace falta es una / Revolución, y proponemos una / Revolución sin manos / Después de tanto buscar / De ir persiguiendo la luz / Tienes las manos destrozadas / De ir cargando esta cruz / No es nada contra Jesús / Y no tenemos que ser / Ni amigos ni hermanos / Solo tenemos que cambiar / Nuestra manera de ser y de pensar.»
Pues esto precisamente fue lo que hizo el gobernador Américo Villarreal Anaya: una revolución. Sí, y es que desde que comenzó su camino, cuando fue elegido senador, candidato a gobernador y, posteriormente, haber sido elegido, se enfrentó a todo tipo de embates desde el poder que ostentaba Francisco García Cabeza de Vaca.
Obviamente, nunca le perdonó que haya derrotado a su hermano en las urnas. Ni usando todo el dinero y todo el poder a su alcance logró evitar que llegara al Senado. Ese hombre que se sentía todopoderoso, que se presumía a sí mismo como una suerte de sheriff que imponía su ley, fue derrotado por un hombre discreto y perteneciente a una familia que ya había ostentado el poder. El médico Villarreal Anaya pulverizó en las urnas a su candidato, y una vez más le recetó la misma fórmula.
El gobernador Américo se encontró con todos los candados puestos: el “ex” había colocado a incondicionales en todas las posiciones de poder: Fiscalía, Poder Judicial, le arrebató a la mala el liderazgo del Congreso local, la UIFE, la Fiscalía Anticorrupción, los llamados organismos “autónomos” y un sinfín de etcéteras más.
El gobernador Américo esperó el tiempo preciso, se la jugó con la actual presidenta desde que era aspirante, se hizo con la mayoría de las curules federales, ganó el Senado y consiguió una aplastante mayoría en el Congreso local.
Solitos, sin necesidad de hacer un escándalo, los opositores que antes le ponían el pie apenas intentaba dar un paso, se alinearon; otros renunciaron, y a otros los alcanzó la justicia. Y así, sin más, logró hacer una “Revolución sin manos”. Y lo que falta, se va a poner mejor.
Mientras tanto, el “ex” sigue haciendo uso de sus influencias en el Poder Judicial: le consiguen amparos y, en decisiones sorprendentes, lo siguen beneficiando. El problema para él es que ya no le queda tanto tiempo a sus aliados facilitadores de impunidad.
Por lo pronto, a sus opositores hoy ya vencidos, y a los que faltan por doblar las manos, pareciera que les resuena en la cabeza la parte de la canción con la que termina y la que les ha ayudado a tomar la decisión de alinearse y caminar derechito: Y no tenemos que ser / Ni amigos ni hermanos / Solo tenemos que cambiar / Nuestra manera de ser y de pensar.
Reenviado
1.- Los amparos de Ismael para rendir protesta.
2.- La liberación de las cuentas de Francisco, tema que hasta fue tratado en “La mañanera del Pueblo”.
3.- La revelación de un supuesto financiamiento de Francisco para la elaboración y publicación de un libro en contra de la presidenta Sheinbaum.
Una cosa es traer pleito con quien te sucedió, pero agarrar pleito con dos titulares del poder ejecutivo federal, eso ya es masoquismo.