Por Fortino Cisneros Calzada
Asegura un viejo y conocido refrán que no hay que buscarle tres pies al gato (tiene cuatro patas), cuando se trata de un asunto que ofrece tantas evidencias que viene a resultar poco refutable. El torrente mediático que busca llevar agua al molino de los distintos intereses en política, economía y seguridad a nivel planetario, ha dejado de lado elementos esenciales para saber por qué fue la entrega de Ismael, el Mayo, Zambada García a las autoridades norteamericanas.
La versión más difundida y la más embutible es que fue llevado con engaños por Joaquín Guzmán López, hermano de Ovidio Guzmán López e hijo de Joaquín Guzmán Loera, a una pista aérea cercana a El Paso, Texas, para entregarlo a cambio de un trato preferencial para sí y para su familia por parte de la justicia americana; pero, esa historia, como queso gruyere, tiene muchos agujeros. Viene a negar la percepción generalizada de que el Mayo es muy astuto, lo que valida su muy larga trayectoria dentro del mundo del narcotráfico.
Inclusive, abre posibilidades de conflicto entre las autoridades de México y los Estados Unidos aunque se insiste en señalar que la detención fue en territorio americano. El tema ha provocado un enorme caudal de opiniones, interpretaciones, percepciones y fantásticas versiones tan grande como es el tema mismo de la producción, trasiego y comercialización de estupefacientes. Hasta ahora ninguno de los grandes medios nacionales e internacionales, ha parado mientes en el punto toral: la salud del Mayo.
Poco se ha dicho de las afecciones que por su estilo de vida le provocaron un deterioro progresivo: la diabetes y la alta presión. Con los enormes recursos que logró acumular claro que tuvo asistencia médica de primer orden; pero, eso no evitó el avance de la pérdida de las funciones renales que lo obligaron a la diálisis primero y luego a la hemodiálisis. Su edad no es muy avanzada, pero la tensión permanente, la mala alimentación y quizá alguna consideración ética, aceleraron sus afecciones y quizá requería de atención facultativa de alta especialidad que a salto de mata no podía tener.
No hay que olvidar que durante la entrevista con Julio Scherer en el 2010, luego de definirse como un hombre de la tierra, asegura que: “Si un día decido entregarme al gobierno para que me fusile, mi caso debe ser ejemplar, un escarmiento para todos”. En ese breve párrafo deja en claro que se asume como trasgresor de la ley que debe ser castigado conforme al mandato jurídico. Hace digresiones sobre las drogas; deja en claro que el asunto es tan viejo como la sociedad misma y difícilmente puede terminar.
El Mayo se entregó, no fue capturado; eso le da ventajas para negociar más de lo que ya pactó previamente. El hecho mismo de ser presentado ante una corte, la Corte del Distrito Oeste de Texas y declararse no culpable de los cargos por narcotráfico en su contra, abre muchas posibilidades a su favor, la primera de las cuales es que no fue presentado ante un tribunal; otra, que deberá comparecer ante la corte el 31 de julio para determinar su situación jurídica; la tercera es que en el ínterin puede recibir el tratamiento médico que requiere perentoriamente.
Mucho se ha especulado con respecto de la recompensa que la justicia norteamericana ofrecía por Zambada García, fijada en 15 millones de dólares “por información que conduzca a su captura y/o muerte”. En 2018, la Procuraduría General de la República de México anunció una recompensa de 100 millones de pesos por información que conduzca a la captura y/o muerte del Mayo Zambada, con lo cual se convertía en uno de los hombres más buscados del planeta.
No sería difícil que, como parte de los acuerdos para la entrega se pactara el destino de esos dineros, que bien pueden considerarse una inversión por los dividendos mediáticos que el resguardo del capo ofrece a la campaña por la sucesión presidencial en los Estados Unidos. El propio presidente Biden expresó: “Felicito a las fuerzas del orden por realizar estos arrestos y por su trabajo para llevar a los líderes del Cártel de Sinaloa ante la justicia”.