Tras la muerte de un niña migrante ocurrida en el año 2023 por ahogamiento en el río Bravo, autoridades de México y el Consulado de Honduras lograron hace 10 días la identificación plena de la menor, y en próximos días será la repatriación de sus restos para que su familia le dé cristiana sepultura, informó Vidal González Orozco, director de Delitos de Alto Impacto Cometidos en Agravio de Migrantes de la Fiscalía General del Estado de Coahuila.
«Hace 10 días tuvimos un reconocimiento de una menor de edad de nacionalidad hondureña, una niña de 7 años, esto fue a través del consulado de Virginia y Houston que se llevó a cabo la intervención, porque la mamá se encontraba en el estado de Virginia, el reconocimiento se realizó a través de la asistencia del consulado general de Honduras radicado en Monterrey», dijo.
La niña lamentablemente se ahogó en el río Bravo ella iba acompañada de su padre, según relató Vidal, sólo su papá pudo salir del río porque la niña fue envuelta entre las aguas del Bravo y desapareció.
«Esta identificación la logramos hacer a través del perfil genético se mandó solicitar el perfil genético de la mamá en Estados Unidos a través de Servicios Periciales que llevó a cabo una identificación genética dando como positivo que se trataba de la menor afortunadamente ya está en proceso la repatriación de esta menor y se llevará a cabo para finalizar el procedimiento»
El cuerpo de la niña estuvo resguardado por la Fiscalía General del Estado de Coahuila es del año 2023 y fue a través de la participación de la Comisión Estatal de Búsqueda de la Fiscalía de desaparecidos, así como del Centro Regional de Identificación Urbana, la Dirección de Servicios Periciales de la Fiscalía General del Estado de Coahuila y de la Unidad de Migrantes que se logró llevar a cabo la identificación.
Vidal señaló que en lo que va del año, han muerto 33 migrantes ahogados en el río Bravo, todos mayores de edad, en su totalidad ya fueron repatriados a través del apoyo de sus consulados el reconocimiento más reciente es el de la niña mencionada.
por Eugenia Cabriales