Por Francisco Ramos Aguirre
Entre lluvia, calor, viento, música y gran entusiasmo, Ciudad Victoria vivió del 3 al
24 de mayo uno de los acontecimientos culturales más importantes del año, promovido
de la sociedad civil. Fue la celebración del Festival Internacional de la Palabra en el
Mundo. Poesía en Acción Universal por la Paz 2024. La organización de la batalla por la
cultura, estuvo a cargo del Núcleo Tamaulipas, Ciudad Victoria presidido por la escritora
Norileana Esparza Mandujano.
La presencia de más de cuarenta poetas y narradores de Tamaulipas, Nuevo León,
Guerrero, Estados Unidos y República Dominicana que inundaron de palabras, diversos
espacios emblemáticos de la capital tamaulipeca. Es decir se realizaron lecturas en el
Parque Recreativo Los Troncones, Taller Unincornio, Casa del Arte, Radio Universidad,
Santa Regina, Universidad La Salle, Escuela Primaria Lauro Rendón, Escuela Primaria
Ignacio Allende, Museo Regional de Historia, Gran Hotel Victoria y Hotel Stay, donde se
dieron cita una diversidad de públicos para escuchar poesía, cuento y música de diversas
temáticas en voz de reconocidos autores.
La inauguración de la edición XVIII de este importante festival, estuvo presidida por
Morileana Esparza Mandujano, Magda Medrano, Adriana Chapa, Julio Pesina y Eduardo
Vargas. El grupo de escritores se dirigió a la Escuela Primaria Ignacio Allende, un centro
educativo, donde estudiantes, maestros y padres de familia se deleitaron con las lecturas
de Flor González, Diana Edith Velázquez, Ana Lilia de la Cruz Ruiz y otros. Ahí mismo, pala
y talache en mano se procedió a la plantación del Árbol de la Paz y la Esperanza, que muy
pronto gracias a la fertilidad de la tierra victorense, se volverá frondoso y nos cobijará de
cantos de pájaros y sombra.
Los poetas y escritores marcharon presurosos al Taller Unicornio del pintor
Alejandro Rosales Lugo. En una de sus salas, Margarito Cuéllar, Guillermo Berrones,
Baudelio Camarillo, Carlos Laga, Daniel Baruc, Ramiro Rodríguez, Susana Robles y Félix
Cardoso se apoltronaron en el famoso sillón de Jackson Pollock y de su ronco pecho,
salieron volando como urracas sus letras acumuladas en varios de sus trabajos literarios.
Las musas que por un tiempo habían abandonado a Rosales, retornaron presurosas a su
recinto de imaginación y color, para testificar lo sucedido.
La tarde del 3 de mayo, acudimos a los jardines de Residencial Santa Regina donde
leyeron sus textos en voz alta los escritores Enrique Jongitud, Lucianne Salazar, Graciela
Renaud, Liz Soto y Diana Edith Velázquez. Además en la Combi de Paco hubo donación,
préstamo y venta de libros.
En el auditorio de la Universidad de la Salle se agregaron a la mesa de lectura Eddy
Segura, Lizette Álvarez, Nora Lizet Castillo y Tino Ponce, quien igual que otros escritores y
poetas citados anteriormente, deleitaron a la concurrencia con poemas y cuentos. La
caravana de literatos se granejó el interés y aplansos de alumnos y maestros. En fin, se
trató de una experiencia donde la imaginación y creatividad invadieron el espacio
educativo del norte de Victoria.
La mayoría de los participantes, son autores de numerosos libros. Publican en
revistas, suplementos culturales, realizan actividades docentes y están activos en
programas de radio, televisión y redes sociales. Han participado en congresos y reuniones
internacionales y nacionales de escritores. Además ganar premios municipales, estatales,
nacionales, internacionales y galácticos.
La fiesta de la palabra irradió para los oídos de la capital tamaulipeca, gratos
momentos de diversos géneros musicales. Una muestra es la presencia del talentoso
poeta y narrador potosino Margarito Cuéllar, paisano de Manuel José Othón y avecindado
en Monterrey quien nos platicó su experiencia en China, donde se hizo amigo de Li Po –
que en paz descanse desde hace siglos- y el motivo por el cual los orientales, tradujeron su
libro El Silencio y el Sonido de las Cosas.
En cambio, el poeta xiqueño Baudelio Camarillo ex discípulo del poeta Efraín
Bartolomé, subió al púlpito de los elegidos y leyó fragmentos de los magníficos versos
merecedores del Premio Aguascalientes 1993. Sus versos, ya sabemos, tienen la frescura
de las aguas que transitan por el Río Guayalejo descendientes de la Sierra Madre Oriental;
además de los sensibles recuerdos familiares de la infancia que definitivamente marcan su
temática y estilo literario. Su inspiración se plasma en los laureados libros En Memoria del
Reino, Hueto Infantil y La Noche es el Mar que nos Separa.
En otra de las mesas, leyó sus versos el pintor y poeta Alejandro Rosales Lugo
quien declaró que últimanente escribe de noche, pero inspirado en musas diurnas. Ya
sabemos de su prolífico talento creativo y sobre el próximo libro de versos amorosos
Maná que próximamente saldrá a la luz. Lo mismo no deleitamos con la poesía huasteca
del Carlos Acosta Guerrero que por esos días cumplió setenta años de edad, y lo
celebramos en Plaza Gallo con una canasta de poesía y pemoles de Antiguo Morelos.
El poeta dominicano y anglicano Daniel Baruc Espinal, se mantuvo siempre discreto
apoyado en su bastón. Autor de varios libros, poeta de rostro moreno y voz gutural, leyó
parte de su obra poco antes de la clausura del Festival. Poesía abierta de ventanas y
apasionadas vivencias. En cada uno de los versos, se perciben lamentos, afectos
familiares, raíces del dolor, amores y desamores.
Las poetísas y escritoras brillaron con su presencia en el Festival de la Palabra en el
Mundo. Cito a Lizette Álvarez, voz resplandeciente de las letras noresteñas y gambusina
de perlas literarias. Ha ganado premios de poesía convocados por la UAT, colaboradora de
revistas y suplementos literarios. Autora del libro La Batalla de los Quince y una
sorprendente novela, donde describe las memorias de cada uno de los rincones de la casa
que habitó durante su infancia.
A esta generación de escritoras y voces cantantes de la literatura tamaulipeca,
pertenece la joven Lliz Lache, originaria de El Mante y avecindada en Acapulco, centro
turistico en plena recostrucción. Espontánea y transparente en sus trazos de la vida
cotidiana, convertidos en prosa. La maestra Ana Lilia Cruz, procedente de Río Bravo
deleitó con sus versos. Isela Vega, dinámica como siempre plena y dispuesta en la
coordinación logística de las actividades.
El sábado al mediodía, asistimos a la presentación de un cargamento de nuevos
títulos de libros y la inauguración de una muestra de artes plásticas Imágenes de Palabra
en la Galería Ramón García Zurita, con los pintores Carlos Sánchez, Norileana Esparza, Roberto López, Juan Cano, Evelin Esparza, José Ronquillo, Judith Tavares y Liz Díaz. Luego
posamos para el Facebook en los “higuerones” (Ficus/S.P) del patio central de la Casa del
Arte.
Está claro que el libro impreso, continúa vigente en el gusto de los lectores y
seguirá entre nosotros durante mucho tiempo. Fue un gusto conocer la primicia de las
nuevas publicaciones Pálido Reflejo de la Ecuación del Agua de Margarito Cuéllar;
Xochitlajtoltin Anawakej Ome de Félix Cardoso; Geografía del Sueño de Ramiro Rodríguez
y Cartolgrafía del Insomnio de Daniel Baruc Espinal.
Larga vida al Festival Internacional Palabra en el Mundo. La literatura, es un
elemento para la sobrevivencia y el comportamiento del ser humano. Definitivamente el
hábito de la lectura, nos ayuda a pensar y actuar en un ambiente social cada vez más
confuso.