Por Guadalupe Correa-Cabrera
Falta abordar con mayor profundidad el tema de las mayores fortunas en México o de los hombre y mujeres más ricos en nuestro país durante el periodo de la llamada Cuarta Transformación (4T). Andrés Manuel López Obrador (AMLO), arquitecto del “primer piso” de la 4T, hace campaña y gobierna con el lema de “Primero los Pobres”, pero, ¿qué tan cierto es esto en la realidad? ¿Es verdad que este gobierno que está por terminar ha tenido efectivamente como prioridad a los pobres y se ha abocado en resolver los problemas de injusticia social y desigualdad extrema que se han extendido desde el período colonial? ¿Es cierto que la actual administración gobierna para las mayorías y no para las élites? ¿Es verdad que el gobierno de la 4T otorga más recursos a los pobres en forma de programas sociales y cobra más impuestos a los ricos, en comparación con las anteriores administraciones?
Es imposible contestar todas estas preguntas sin un estudio a detalle de las finanzas públicas del país y además sin una evaluación a conciencia y completa de la riqueza efectiva de los más acaudalados de México. Las tendencias no son claras a simple vista, pero el discurso del presidente mexicano y de todos los miembros del partido que él fundó, Morena—en especial de los aspirantes a ocupar un puesto de elección popular abanderando a esta fuerza política—afirman que la 4T está absolutamente comprometida con los pobres a través de los “programas para el bienestar”, además de que cobra efectivamente más impuestos a los más ricos. De nada de esto estoy segura y me parece importante analizar todas las cifras disponibles con rigor.
Ahora mismo cuento con más preguntas que respuestas, las cuales me gustaría esbozar a continuación. Del mismo modo, me gustaría hacer algunos apuntes a modo de hipótesis a verificar (o no) con datos duros más adelante. En primer lugar, parece ser que en el sexenio que está por terminar este año, los hombre y mujeres más ricos de México continúan beneficiándose como en antaño. En apariencia, algunos ahora deben pagar más impuestos, pero es fácil también detectar los enormes beneficios que se han otorgado a los hombres más ricos de México.
Destaca, por ejemplo, el caso de Carlos Slim Helú. Según algunas publicaciones, el hombre más rico de México ha duplicado su fortuna en el actual sexenio [véase, por ejemplo: https://www.eleconomista.com.mx/mercados/Fortuna-de-Slim-se-ha-duplicado-en-el-actual-sexenio-20240115-0005.html y https://www.elfinanciero.com.mx/millonarios/2023/12/15/fortuna-de-carlos-slim-por-que-el-magnate-duplico-su-dinero-en-el-sexenio-de-amlo/]. Por primera vez en su vida, el magnate ha superado los 100.000 millones de dólares [véase: https://elpais.com/mexico/2023-12-15/la-fortuna-de-carlos-slim-el-hombre-mas-rico-de-mexico-supera-los-100000-millones-de-dolares-por-primera-vez.html].
Otro caso emblemático en la actual administración es el del “misterioso Tren del Norte” que pasaría por el municipio de Ímuris en el estado de Sonora y zonas aledañas, y cuya construcción está a cargo de la SEDENA [véase: https://www.sinembargo.mx/27-11-2023/4437652]. No obstante las tensiones que aparentemente mantienen Germán Larrea y Ricardo Salinas Pliego con el Presidente de la República y con su movimiento, aún no nos queda claro que hayan realmente perdido privilegios durante esta administración o que sus finanzas se hayan deteriorado. Puede ser que las cosas sean todo lo contrario. Vale la pena investigar más a fondo y calcular ingresos y gastos de los magnates en sus múltiples empresas, así como sus ganancias en inversiones financieras y de capital. La labor es titánica por la falta de transparencia que caracteriza al sistema, pero es sumamente necesario hacer esta evaluación o por lo menos hacer un cálculo aproximado.
Los hombres y mujeres más ricos de México como Carlos Slim, Germán Larrea, Ricardo Salinas Pliego, Alejandro Baillères y María Asunción Aramburuzabala, entre otros, parecen haber obtenido considerables ganancias en el actual sexenio; ello, no obstante las aparentes rencillas en medios y redes sociales con el presidente de la República.
El supuesto pleito entre el gobierno de la 4T y Ricardo Salinas Pliego llama mucho la atención, en medio del tema del pago de impuestos por parte de los multimillonarios de México. En el marco de esta rencilla, aparece una mujer de gran privilegio, María Asunción Aramburuzabala, quien “ahora” es presentada por los principales voceros de la 4T como una empresaria ejemplar, en contraposición con quien parece ser el villano de esta serie, el fundador y presidente de Grupo Salinas. Sería interesante hacer un análisis de los pagos al fisco por parte de estos magnates antes del sexenio de AMLO y después.
Algunos multimillonarios se quejan y otros no, pero cabe la posibilidad de que, en lo general, el gran capital mexicano se haya expandido—siguiendo las mismas tendencias del caso de Carlos Slim. Incluso Claudio X González Laporte, gran enemigo de AMLO, parece haberse beneficiado durante el actual gobierno; destacan especialmente los contratos de sus empresas con SEGALMEX, el gran escándalo de corrupción del proyecto de la Cuarta Transformación.
En las oligarquías, el poder político es ejercido por una élite o un pequeño grupo de actores que lo dominan todo, empezando por la economía. El caso de México parece ser demasiado complejo para simplificar hablando de este concepto. Aunque el papel de los Estados Unidos y del gran capital transnacional hagan de este caso uno muy complejo, la relación real entre el poder político y económico parecen converger claramente en el caso de México. El presidente mexicano no estaría de acuerdo con esta apreciación. No obstante lo anterior, el papel de los ricos en México parecería ser muy superior al deseado por cualquier líder político.
Existe un caso que parece ilustrar bien la gran capacidad de los hombres del dinero en México y el poder que ejerce el gran capital sobre la política mexicana de forma transexenal. Hablamos de la requisa ilegal que hicieron Carlos Salinas de Gortari y Dante Delgado al puerto de Veracruz. La historia es escalofriante y parece haber beneficiado a estos dos personajes además de a Carlos Slim. Véase, por ejemplo, la siguiente historia: https://www.sinembargo.mx/19-11-2021/4065000; aquí se menciona cómo los tres personajes antes mencionados “aprovecharon las circunstancias para apropiarse de las tareas portuarias que reditúan ganancias millonarias y en dólares. Ese fue el gran negocio”, según el periodista Ricardo Ravelo.
Llama mucho la atención este caso. Aún existen dudas sobre la verdadera influencia del expresidente Carlos Salinas en la vida del país, pero se intuye que sigue presente y participando de forma importante en la política y la economía de México. Destaca también la enorme influencia de Dante Delgado en la política mexicana a través de Movimiento Ciudadano. Por último, la relevancia de Carlos Slim no parece tener parangón en los últimos tiempos. El poder económico y el poder político parecen estar íntimamente relacionados en México hoy y desde siempre, minando así el poder de cualquier político, incluso del presidente. El verdadero bastón de mando en tiempos de la 4T lo parecen mantener los oligarcas de siempre. Lo demás, incluyendo las disputas entre el presidente y los multimillonarios parecen ser un mero espectáculo.