Por Alejandro de Anda
LO OSCURO. La frase que da título a la entrega de hoy refiere –según los
expertos en lengua castellana- a la manifestación de conformidad sobre los
inicios modestos que se hace sobre cualquier acción.
Y así notamos en el día a día que la frase es parte del pan nuestro diario. La
lucha frontal contra la delincuencia, cuando se ejecutan planes espectaculares
y culminan apenas encerrando a un ‘pez pequeño’, con un suspiro la sociedad
exclama “bueno, peor es nada”.
La campaña anticorrupción que habría tocado los primeros escalones del
entramado político (recordar PEMEX) ha dado como resultados apenas poco
de lo mucho que se escurre en los ríos del ‘mal de males’. Pero por algo se
empieza.
Los vecinos norteamericanos mantienen una campaña permanente en donde
recurrentemente señalan que los males que les aquejan, son producto de la
migración latina. Quizá algo tenga de verdad… quizá no se alcanzan a ver a sí
mismos.
El caso es que han dado por presentar a la sociedad de su país mediante la
aprobación congresal, la iniciativa –ya aprobada- para deportar a inmigrantes
que conducen ebrios o drogados.
El lado bueno de la nota; aquél que ha sufrido lo indecible, dejando atrás su
patria, su familia, amigos, enfrentando los retos del idioma, aprendiendo a
‘hacer de todo’ en la búsqueda del sueño americano, difícilmente se pasaría un
semáforo en luz ámbar. No se concibe el hecho de tal lucha de superación por
estar en la tierra prometida y usara estupefacientes para ser feliz.
Sin embargo, es válida la iniciativa. El gobierno pretende demostrar a sus
conciudadanos que no le tiembla la mano en cuestiones de ejercer la ley. Y la
parte más delgada de la cuerda, es la comunidad migrante que lleva todas las
de perder.
Hace un mal a la tierra donde es invitado y justo es que pague el precio.
Lo malo de la misma iniciativa, es que no tardarán en darse cuenta que los
borrachos y drogados… son locales.
Pero es rescatable la iniciativa. Vale la pena tomar el ejemplo y sacar el mejor
provecho en aras de acceder a comunidades con mejores índices de bienestar
y paz social.
Algún partido buscaba la implementación de castración química para
transgresores violentos (violadores) que por ‘humanidad’, jamás encontró eco
legislativo.
Pero la laxitud de la ley deja muchas oportunidades tanto para delinquir como
para oponer frenos que impongan verdaderas sanciones.
Poco tiempo atrás la sociedad desde las cámaras empresariales pretendía
desterrar de una sola vez las malas prácticas de aquellos que se ven tentados
a sacar beneficio propio siendo funcionarios públicos.
Le llamaron ‘muerte política’ (su símil en otros países como Perú, respondía al
nombre de Ley de Muerte Civil) y condenaba a aquellos corruptos que hubieran
sido vinculados a proceso y sentenciados por actos probados. Inhabilitación de
por vida.
Eso sería un buen comienzo…
Hay muchas más.
COLOFÓN: Si de lo propuesto logramos al menos que exista mayor vigilancia
a las arcas públicas… ya empezamos muy bien.
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