El Partido Acción Nacional (PAN) en Tamaulipas pidió este miércoles poner fin a las «hostilidades contra periodistas» en el estado… pero se le olvida que las agresiones contra representantes de los medios de comunicación aumentaron un 150% durante el sexenio de Francisco García Cabeza de Vaca.
Esto en comparación con los hechos de violencia registrados contra la prensa en el gobierno de Egidio Torre Cantú (2011-2016).
Así lo arrojan datos de la organización no gubernamental Artículo 19, que registra las agresiones que sufren periodistas y activistas en México.
Según la ONG, de 2016 a 2022 se registraron 115 agresiones a trabajadores de medios de comunicación, que incluyeron intimidaciones, amenazas, acoso y, en última instancia, la muerte de los periodistas.
El año con el mayor número de agresiones fue 2022, el último de la administración de Cabeza de Vaca. De hecho, 2022 ha sido el año más violento contra la prensa en Tamaulipas por lo menos desde 2009.
2022: 39
2021: 28
2020: 14
2019: 15
2018: 6
2017: 13
En contraste, durante el sexenio de Egidio Torre Cantú se registraron 46 agresiones contra periodistas, repartidos de la siguiente forma:
2011: 8
2012: 11
2013: 6
2014: 6
2015: 8
2016: 7
La mayoría de las agresiones contra las y los periodistas las cometen autoridades públicas, según el informe «Voces contra la indiferencia» publicado recientemente por Artículo 19.
«De los 696 casos documentados (en 2022), 296 (42.53%) fueron perpetrados directamente por actores del Estado, es decir, cuatro de cada diez», refiere la organización.
Al PAN se le olvidan los datos
El PAN Tamaulipas dijo en un comunicado este miércoles que «en un régimen democrático, la libre manifestación de las ideas y el acceso a la información, son derechos inalienables de la sociedad tamaulipeca, y el Estado está obligado a garantizar su pleno ejercicio con toda libertad».
El blanquiazul agregó que se solidariza con las y los periodistas, «a quienes han pretendido acallar sus críticas, mediante la utilización del miedo, la represión y la generación de angustia ante un posible mal a sus personas».
Sin embargo, durante el sexenio de Cabeza de Vaca, este tipo de condenas y llamados al gobernador brillaron por su ausencia.