La Auditoría Superior de la Federación (ASF) ordenó practicar a la brevedad una auditoría forense al ejercicio fiscal 2022 de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT).
El órgano fiscalizador de la Cámara de Diputados fundamentó su decisión con base en los artículos 47 y 89 fracción IV, de la Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas de la Federación.
Esto representa un duro golpe para el rector de la UAT, Guillermo Mendoza Cavazos, quien tomó posesión el 16 de diciembre de 2021 para el período 2022-2025.
El proceso mediante el cual fue electo rector se encuentra impugnado por la Dra. Luisa Cervantes Álvarez, quien solicitó el amparo y protección de la justicia federal ante la violación de sus derechos humanos.
¿Qué implica la auditoría forense?
La Auditoría deberá revisará los contratos suscritos por la UAT y timbrado de la nómina de los trabajadores, financiados con recursos del gasto federalizado del Ejercicio 2022, incluidas las participaciones federales.
Una auditoría forense implica la aplicación de una metodología de fiscalización que conlleva la revisión rigurosa y pormenorizada de procesos, hechos y evidencias, con el propósito de documentar la existencia de un presunto acto irregular.
LA UAT también se someterá a una auditoría de cumplimiento, que consiste en la revisión de los recursos del gaso federalizado transferidos a las universidades públicas estatales de México.