Tan de moda por estos tiempos, la llamada inteligencia artificial hace sus propios análisis y afirma que el regreso a clases, por alumno, tranquilamente va a superar los cinco mil pesos, que será de hasta 10 u 11 mil pesos el gasto cuando tenga un par de hijos en edad de bachillerato.
Sin embargo, envueltos en el huracán de la política que implica las adivinanzas sobre el costo de las vacaciones de Andy López Beltrán en Japón; las posibles ligas con el narco de Adán Augusto López que es Senador y fue consentido de Andrés Manuel López Obrador en su gobierno; igual del asesinato de un alto funcionario de la FGR en Tamaulipas; más los propios gastos en el periodo vacacional, los tamaulipecos parece que todavía no nos enteramos de lo caro que resultan los útiles escolares, las cuotas y hasta uniformes y zapatos que ofrecen muchas escuelas en forma obligatoria.
Es claro, si quien paga no reparó en dicho gasto o apenas puja o se queja en el feis para puntualizar abusos, pues las autoridades correspondientes están peor, hacen como que la virgen les habla ante cada reclamo, ante cada denuncia que se presenta, peor si estás son informales, si no pregunte dónde es que anda la Profeco o qué han hecho todas las autoridades inmiscuidas en el tema.
Negocios en el regreso a clases los hay por todas partes, primarias, secundarias, bachilleratos que obligan a sus alumnos en que tienda comprar los uniformes, se presume que es a cambio de un porcentaje de ganancia que dejan las comercializadoras a cada institución y que nadie sabe dónde va a parar, luego se cierra la decepción con la incapacidad de los padres de familia por conocer en que se invierte el dinero de las inscripciones.
No se confunda, en lo particular soy partidario de que los padres de familia participen en la educación, estén pendientes de los avances o retrocesos de sus hijos, igual de aportar cuotas para que los niños estén cómodos en lo que resulta ser su segunda casa, hay que decirlo necesariamente y casi como una sentencia, así somos casi todos, es una realidad que los papás ven con buenos ojos esa acción de aportar sin embargo la gran mayoría se frena porque nadie les informa cómo se invierten los dineros que entregan casi sin chistar.
Otra dificultad o problema es que en las primarias hacen falta trabajadores sociales capaces de distinguir quien tiene y en qué medida puede pagar las cuotas, es decir, que sepan condonar esos apoyos o canjearlos por trabajo en la institución a quien no tenga dinero con el objetivo de que los niños no paguen los platos rotos y se vean obligados a cambiar de escuela, por ejemplo.
El caso es que ya se ve próximo el regreso a clases y en esta ocasión podría ser con mucho estrés, con los problemas económicos que causa el comprar todo lo que se necesita para la educación de los niños.
El regreso a clases debería ser un fiesta, celebrar que nuestros hijos tendrán en el futuro la oportunidad de no mezclarse con delincuentes y menos vivir pobres, el llevarlos a la escuela es garantizarles muchas posibilidades de vivir dignamente, por ello es una lástima que muchas de las mamás y algunos papás todavía llegan sufriendo al primer mes de clases porque no encontraron la etiqueta verde pálido que les pidieron para el cuaderno que utilizaran los niños en los problemas de sumas de la tarea de matemáticas porque ha de saber que en muchas escuelas los maestros llegan a esos excesos, o porque se tienen que hacer muchos ahorros para pagar prestamos, en fin, hay cosas que corregir y, aunque pocos hagan algo por ello, usted tome su responsabilidad y busque ahorrar en las compras, vaya a las ferias del libro, a los tianguis, a esa tienda que tiene ofertas, sinceramente espero que a usted le haya ido muy bien en este tema y sonría, total, lo único que le puedo garantizar es que hará la mejor inversión de su vida al mandar a la escuela bien equipados a sus hijos, así que ya no se estrese con este regreso a clases, se lo digo con sinceridad, se lo digo con todo y que en esta ocasión para diseñado para millonarios…
(MV/AM)