Unos siete u ocho años atrás un exdirigente del PRD sentenció, “Adán Augusto es el amigo de Andrés Manuel, el cercano, casi su hermano, a todos los demás los fue juntando en la lucha y la mayoría de ellos y ellas llegaron por pleitos personales con el poder que estaba en turno”.
Luego se lanzó a afirmar que el actual presidente del Senado, Adán Augusto López, sería el siguiente presidente de México, aunque agregó que mientras AMLO gobernará sería el hombre fuerte, el que pondría y quitaría candidaturas de acuerdo a sus intereses y que estos se reducían al dinero.
Por suerte, al final Claudia ganó la carrera por la silla principal de palacio nacional, la cordura se impuso y todo parece mejor, digo, si tomamos en cuenta el mugrero que está brotando con eso de La Barredora, un grupo delincuencial que comandaba el exjefe se Seguridad Pública cuando el ahora presidente del Senado fue gobernador de Tabasco.
En ese sentido hoy Adán Augusto parece ser el último reducto del lopezobradorismo y, como nada es casualidad en la política, ya lo quieren tumbar, lo disminuyen sacando los trapitos al sol de sus amigos, de sus socios, de quienes son sus hombres y mujeres de confianza.
La razón de los ataques al grupo del exsecretario de Gobernación y ahora dirigente del Senado ni son casualidad ni tienen secretos, es en respuesta a su actitud, él sigue creyendo que manda, que tiene capacidad para colocar candidatos y candidatas, se ha puesto a medir fuerzas con el grupo de la presidenta y eso en la política es una osadía, mejor dicho, es un pecado mortal.
Obvio que el ataque al grupo del exsecretario de gobernación no será efectivo mientras se anden inventando cosas, como esa presunta renuncia a la presidencia del Senado, o mientras los ataques que tienen sustento no se hagan con firmeza, como eso que ocurre con su amigo y ex titular de seguridad pública en Tabasco, es decir, deben de tumbarle sus estructuras de manera eficiente porque si no le significan financiamiento y poder.
Luego de la tormenta, y largo como es, Adán Augusto se va recuperando y tomó cartas en el asunto, la prueba es que vivió su momento de gloria este mismo domingo 20 de julio en la reunión del Consejo Nacional de Morena, ahí lo vitorearon, le afirmaron que no estaba solo, vaya pues, lo trataron como si fuera el más inocente de los inocentes, como si cuando fue gobernador hay ignorado lo que pasaba en su Estado y no tuviera nada que ver con La Barredora, banda creada por su exsecretario de Seguridad y amigo, ya lo dijimos, en Tabasco, y lo cierto es que tuvo que saberlo, y si no lo sabía pues peor para él porque nos hace creer que era algo menos que un cero a la izquierda.
El caso es que también lo poquito que queda de la oposición y los grupos dispersos que no son afines al sistema aprovecharon la situación para afirmar lo que parece una realidad, Morena tiene metidos hasta sus entrañas a varios delincuentes.
Para mayor desgracia de Adán Augusto, el grito de defensa que utilizaron para respaldarlo en el Consejo Nacional de Morena, “no estás solo”, es más de guerra de las feministas y estás también lamentaron que su lucha haya sido plagiada para defender al protector de un presunto delincuente, a uno de los que tanto las dañan.
Ahora bien, mientras no haya acciones concretas, mientras Adán siga vivo en la política y permanezca como presidente del Senado más que tumbarlo su grupo se fortalecerá, porque le dan capacidad de negociación, porque tendremos la certeza de que no pueden acabarlo.
En Tamaulipas, por ejemplo, el Senador José Ramón Gómez Leal, la mejor carta de Adán Augusto, sigue vivo, quizá con muy pocas posibilidades de ser candidato a gobernador de este Estado como él lo sueña, pero las tiene, con un agregado, el JR, así se deja conocer el mencionado, tiene dos cosas que son esenciales en la política de hoy, un chingo de dinero y bastante suerte, obvio, además de su padrino que atraviesa por el estiércol natural que los malos políticos esparcen para quienes hacen un mal uso del servicio público.
Conclusión, Morena y sus delincuentes libran una feroz batalla, es imposible predecir si la ganarán los buenos o los malos, lo que sí es una realidad es que a base de publicaciones, especulaciones o inventos no se cae ningún político, menos uno como Adán Augusto qué, ya lo decía aquel viejo perredista que le mencionaba, es el amigo, que digo amigo, el hermano del expresidente Andrés Manuel López Obrador, así que esto se está poniendo divertido, veremos de cual cuero salen más correas y si los representantes de los grupos del presidente del Senado, acá en Tamaulipas, se fortalecen o terminan de ser arrastrados por esa lucha intestina…
(MV/AM)