El gobernador de Texas, en Estados Unidos, Greg Abbott, firmó el pasado sábado 21 de junio un proyecto de ley para que todas las aulas de escuelas públicas de la entidad exhiban una copia de los Diez Mandamientos.
La ley estipula que las escuelas públicas de la entidad deben colocar en cada aula un cartel, de al menos 41 por 51 centímetros o una copia enmarcada de una versión específica en inglés de los mandamientos, independientemente de que existen varias traducciones de los Diez Mandamientos, dependiendo de las diferentes corrientes cristianas.
La legislación fue aprobada sin inconvenientes en la Cámara de Representantes y el Senado estatal, controlados por los republicanos, pero se tiene contemplado que esta ley sea objeto de impugnación legal por quienes la consideran una violación inconstitucional de la separación entre Iglesia y Estado, al igual a como ha ocurrido en otros estados donde se han impulsado medidas similares, como en Luisiana y Arkansas.
Una de las impulsoras del proyecto de ley, la representante republicana en la Cámara de Representantes estatal, Candy Noble, explicó en el Congreso que “El objetivo de este proyecto de ley es cumplir lo que es históricamente importante para nuestra nación en términos educativos y judiciales”.
La medida ha sido respaldada por líderes conservadores y por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien el año pasado durante su campaña electoral afirmó en su red social Truth Social: “Me encantan los Diez Mandamientos en escuelas públicas, privadas y en muchos otros lugares. Léanlos —¿Cómo podría salir mal esta nación?”
Además, el gobernador de Texas, Greg Abbott, también firmó una ley que permite a los distritos escolares ofrecer a estudiantes y personal un periodo diario y voluntario de oración o lectura de textos religiosos durante el horario escolar.