Por supuesto qué hay motivos para presumir en el gobierno de Tamaulipas, por el permiso para operar un canal de televisión que les otorgó el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT).

El gobernador tiene motivos personales para estar satisfecho con este permiso, al tratarse del feliz y positivo resultado de una gestión que realizó su padre 37 años atrás.
Que los tamaulipecos festejen esta medida, que la valoren y la disfruten, dependerá del manejo que hagan los funcionarios que queden al frente de este canal, del presupuesto que le asignen al ente que lo maneje y de la visión que tenga el gobernador de la televisión pública.
Es de esperarse que la televisión tenga un alcance realmente estatal y que no se limite, como la mayoría de los programas, inversiones, obras y servicios que brinda el gobierno de Tamaulipas, a beneficiar a la población de la ciudad capital en forma casi exclusiva.
Esperemos también que el canal de televisión del gobierno no replique las deficiencias de la radio estatal, que es estatal solo de nombre, pues en muchas ciudades y regiones no se escucha.
La tele Tamaulipas deberá diferenciarse de la televisión comercial, para dar cabida a programas de contenido cultural, musical, informativo, de opinión, de investigación, de cine alternativo al de Hollywood y por supuesto la transmisión de contenidos propios.
Creo que esta iniciativa la pueden, y la deben, replicar otras instituciones como los Ayuntamientos, las universidades, los tecnológicos y las asociaciones civiles, para diversificar la oferta de radio y televisión que tienen los tamaulipecos.
La prueba de que se puede multiplicar la oferta de radio y TV pública, la podemos apreciar en un viaje a Monterrey sintonizando la radio para escuchar la difusora de la Universidad Autónoma de Nuevo León, Radio gobierno, de la Universidad de Monterrey y un par más que escapan a mi memoria.
Concluyo poniéndole una estrellita en la frente, como chamacos de kínder, al gobernador de Tamaulipas y al coordinador de comunicación social, Francisco Cuellar Cardona, por este logro y por el nacimiento de una institución a la que le auguro éxito y larga vida.
(OD/AM)