Algo observó la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo de este México lindo y querido que, dentro de las actividades de la reunión de Consejo Nacional, tuvo que ser dura con su partido, con los gargantones de Morena y en una carta que hoy se conoce en casi todo el país les advierte que el movimiento no tendrá retorno al pasado, que deben saber muy bien de dónde vienen para saber a dónde van, es decir, los motivos de su llegada y lo que requieren para permanecer en el poder.
Claudia fue más allá del discurso del nepotismo y la reelección que por estatutos ya sabíamos que quedaría prohibido, les habló de algo que muchos funcionarios parecen no conocer o no poder diferenciar cuando les ponen presupuestos enfrente, de ideología.
“El gobierno que haga sus tareas y el partido las suyas, no seremos un movimiento ni un partido de Estado”.
La carta de Claudia se leyó por la misma presidenta del Partido, Luisa María Alcalde, ahí quedó claro al pueblo lo que pretende, y más claro se lo dejó a los gargantones, a quienes pretendieron llegar a cargos para vivir como reyezuelos, a ellos les dijo que ya no se permitirá la opulencia, ni las extravagancias, tampoco el turismo disfrazado de trabajo a cargo de los presupuestos públicos, habló también de prohibir los gustos que tienen algunos de viajar en aviones privados, en helicópteros, en vehículos que dan envidia hasta Elon Musk, o utilizar ropa y accesorios de cientos de miles de pesos como lo hacen muchas y muchos.
Y remató hablando de gobiernos de austeridad, sin compensaciones o sueldos envidiables para secretarias, choferes y amiguitos de delegados y otros mandos que manejan presupuestos y ya no hablemos de funcionarios de gobiernos a todos los niveles.
Obvio que son excesos que se tenían que frenar, enseñar a la alta burocracia que si quiere que sus hijos vivan como reyecitos tienen que desembolsar sus salarios y no seguir gastando el dinero de los mexicanos.
Aceptamos que no es nueva la propuesta, hace seis años Andrés Manuel López Obrador, entonces casi estrenándose como presidente, nos habló que disminuiría hasta en un 70 por ciento los delegados y directores en delegaciones, que nadie podría ganar más de cien mil pesos, (como ahora sucede con muchos delegados) más aún, que no se permitiría que utilicen vehículos blindados, ni guaruras, menos choferes y secretarios particulares salvo a los Secretarios de Estado y claro que todo nos pareció bien bonito, fue para levantarse a aplaudir aunque no se concretó del todo.
Por eso lo de Claudia parece ir más allá, porque todos sabemos que lo pesado en el gasto, o la gran fuga del dinero público, no es por los altos sueldos de la burocracia sino en lo que se roban vía negocios turbios, por tráfico de influencias y también por los aviadores o aviadoras, novios o novias que ganan lo que no desquitan, lo que no merecen.
Concretando y lo que siempre he dicho, hay funcionarios que merecen ganar bien, su responsabilidad es alta, pero antes de ello, también reiterar, que los del pueblo merecemos resultados y que no se roben o desvíen dinero y nos dio la impresión que eso era la exigencia de la presidenta, no solo parecer honestos y hacer como que trabajan, sino demostrarlo con beneficios al pueblo.
En fin, este domingo 4 de mayo Morena tuvo su reunión de Consejo y aprobó lo que todos sabíamos habría de aprobar por lo que ya no fue noticia, lo novedoso fue la dura carta de la presidenta Claudia Sheinbaum a su militancia, porque todos sabemos que los destinatarios no fueron los de a pie, los del pueblo, que la pedrada fue directa a la burocracia dorada, a ellos les advirtió el comportamiento que deben tener de ahora en adelante, servir y dar mejor aspecto porque muchos no pasan de ser, o de parecer que no es lo mismo pero es igual, vulgares ladrones, saqueadores de los presupuestos, transas…
(MV/AM)