Es del dominio público entre los habitantes de Reynosa, que en la ciudad carecemos de áreas verdes, y para un visitante es muy fácil darse cuenta que la proporción de áreas verdes respecto a la utilizada como vivienda, comercio o industria, es muy inferior a la medida que recomiendan los estándares internacionales.
Los reynosenses sabemos que los caciques se han adueñado de las áreas comunes con robos más o menos disfrazados de donaciones o permutas, a AC fantasmas, y en muchas ocasiones el robo vil.
Desde hace varios años la ley obliga a los fraccionadores a ceder una parte de la superficie que pretende lotificar, para destinarla a áreas verdes y de equipamiento.
Pero resulta que también la ley, que le otorga a los municipios la facultad de manejar libremente su hacienda y su patrimonio, permite la ejecución de maniobras como la de “Permutar” un predio, lote o terreno en un lugar A, para compensar o intercambiar otro predio en un lugar B, que siendo de un particular, se utilizó para fines públicos como la ampliación de una calle, la conexión de una área, etc.
El asunto es que muchas Colonias que se crearon de manera legal, con pago de derechos, obras de infraestructura básica y cesión de terrenos para áreas verdes y de equipamiento, con el tiempo se quedan sin plazas, jardines, ni áreas para equipamiento escolar o de salud, porque en otro lugar, muy lejos, utilizaron un terreno de un particular para beneficiar a ese sector con una obra vial o con infraestructura.
La situación que intentó describir en el párrafo anterior se sintetiza diciendo que se abre un pozo en una colonia creada conforme a la ley, para tapar otro pozo en un sector que no se planeó debidamente y que quizás se urbanizó sin cumplir con la ley.
Con estos antecedentes que explican, por lo menos parcialmente, la razón por la que Reynosa carece de áreas verdes, me parece que la solución es prohibir la permuta de terrenos propiedad de la hacienda municipal, en especial cuando esto implique la privatización del patrimonio inmobiliario municipal.
Que se establezca la indemnización en pago (dinero) a los particulares afectados con la cesión voluntaria o expropiacion de terrenos para obras de utilidad publica.
Me parece que temas como este son los que deberían estar discutiendo los diputados locales. Pero siguen muy entretenidos intentando desenredar los nudos que les dejó Cabeza de Vaca, homologando las leyes locales con las federales y atendiendo la agenda chilanga para ajustar nuestro lenguaje y no ofender a ellas, ellos, elles, todas y todes.
(OD/AM)