Artefactos domésticos y algo de dinero fue lo que dispuso el gobierno federal para las familias que fueron afectadas por la inundación del mes pasado en Reynosa y Río Bravo, y que hoy se distribuye, a un mes de la desgracia.
Se agradece el apoyo que será de mucha ayuda pues por modesto e insuficiente que sea, se aprecia mucho más en los hogares que perdieron todo, absolutamente todo.
Sin embargo, me preocupa que no se esté pensando en buscar soluciones que eviten que lo ocurrido se presente nuevamente con cualquier lluvia de mediana intensidad.
La ciudad ha crecido tanto y las modificaciones al suelo y a los arroyos naturales ha sido tan profunda y acelerada, que hoy tenemos extensas áreas pobladas que son muy vulnerables a experimentar inundaciones con escurrimientos pluviales abundantes.
Los estudios de las obras que se requieren para proteger a la mancha urbana de los riesgos de inundación, ya existen, y el detalle es que las obras demandan recursos económicos mayúsculos para su materialización.

Es necesaria la intervención del gobierno federal y estatal, a través de las dependencias especializadas, para ejecutar las obras hidráulicas que hacen falta para proteger a la ciudad de inundaciones y para resarcir el daño que ya le hicimos al fraccionar donde no se debería, rellenar vasos lacustres, modificar sistemas de riego, e intervenir la naturaleza en forma equivocada.
Los interlocutores acreditados con las autoridades estatales y federales, en primer lugar el presidente municipal, pero también los diputados y senadores, deben estar solicitando recursos adicionales, en dinero, en obra y/o en equipamiento, para proteger la ciudad y hacerla viable.
Es muy difícil pedir a la población que reinicie su vida, desde cero, sin ropa, muebles ni enseres, cada dos años en promedio, porque su sector o colonia se inunda… Por cierto, colonias que en su momento fueron autorizadas por autoridades de diversos niveles, y que muchas fueron financiadas por el INFONAVIT, luego de que, en teoría, validaron que fueran viviendas dignas, seguras y sin riesgos.
Para el debate de las propuestas de solución, porque el del reparto de culpas ya está muy nutrido, les dejo algunas ideas:
Expropiar las áreas que fueron bancos de materiales (calicheras) para utilizarlos como captadores de agua de lluvia. Se vacían por bombeo en forma paulatina y se mantienen normalmente vacíos.
Construir vaso regulador en el terreno ubicado al norte del bulevar Hidalgo, en la continuación de la calle Fuente de Diana (HEB o ruta de los pendejos). Para disponer de este predio aledaño a la colonia privada Las Fuentes, se deberá expropiar el predio o comprar a sus propietarios, si es el caso. Este terreno forma parte de la cuenca que alimenta, al norte, el Dren de las Mujeres.
Creo que la primera labor que tenemos los ciudadano, pueblo y gobierno, es reconocer los problemas que tenemos, comprender sus causas y buscar soluciones, y desde luego socializar todo el proceso, compartir la información y participar. Por eso te invito a que propongas tus ideas, las posibles soluciones, el remedio más que la queja por lo sucedido.
(OD/AM)