Seis militares, miembros de la Fuerza Especial de Reacción Inmediata (FERI), organización que forma parte de la Secretaría de la Defensa Nacional, fueron asesinados el pasado 27 de mayo por la detonación de una mina terrestre en la comunidad El Santuario, municipio de Los Reyes, en el estado de Michoacán, cerca de Jalisco. Dos elementos del ejército resultaron gravemente heridos y fueron trasladados de urgencia a un hospital.
Los elementos militares comenzaron sus actividades en el poblado de Santa María del Oro, que pertenece al estado de Jalisco, y colinda con Michoacán. Después los soldados realizaban un recorrido de rutina para inhibir y detectar la presencia de grupos delictivos, cuando fueron sorprendidos por la explosión de la mina.
La zona donde ocurrió el ataque es considerado un punto clave en la disputa territorial entre el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y otras células delictivas, como Cárteles Unidos o La Nueva Familia Michoacana. Además, está en disputa por líderes de Guerreros Unidos como, Luis Barragán Chávez, y Alfonso Reyes “Poncho La Quiringua”.
Desde 2022, se han documentado múltiples incidentes en municipios como Aguililla, Tepalcatepec, Buenavista Tomatlán, Los Reyes, Coalcomán y Cotija, donde las minas han causado víctimas tanto entre militares como entre civiles, incluyendo campesinos y trabajadores agrícolas.