Al filo de medio día este 22 de abril, como en película de balazos, el delegado del IMSS en Tamaulipas, José Luis Aranza Aguilar, fue detenido por la policía, esposado, posteriormente se difundió que portaba un arma de fuego y mucho dinero, se dijo que tres millones de pesos y el dicho lo sustentaron con una fotografía, presuntamente la gráfica es del interior de su camioneta, solo presuntamente, porque la evidencia que se hizo pública ciertamente es pobre y ningún juez la daría por buena, aunque también es real que para llegar a la verdad no se requiere investigar mucho, el hecho, ocurrió en pleno 17 Juárez, con testigos y muchos elementos de seguridad participando en el mismo.
¿Qué ocurrió?, la vocería de seguridad del Estado dice que nada, que en los reportes policiales no se evidencia delito, que fue detenido para cruzar información sobre la camioneta y una presunta denuncia anónima, que no existió ni el arma ni el dinero, que se tardaron porque las placas del vehículo son del Estado de México, pero nada más.
Por supuesto que el golpe mediático que recibió en delegado del IMSS fue casi mortal, porque hay muchas fotos de cuando es detenido y esposado, pero solo casi, porque quedó en libertad en minutos y, al parecer, más fuerte que antes porque a nivel nacional el Instituto Mexicano del Seguro Social aprobó y emitió un comunicado donde le respalda, hablan de sus 25 años de servicio, que presuntamente es decente y sin mancha, casi un angelito que además es muy inteligente porque se ganó el cargo en un concurso.
Y fueron más allá los del IMSS, en su comunicado, sin decirlo con palabras, hacen presumir que se pretendió amilanar al funcionario, por lo menos los últimos dos párrafos del mismo así se pueden interpretar y hasta como una amenaza a quienes quisieron detenerlo.
“El Instituto Mexicano del Seguro Social en Tamaulipas lleva a cabo investigaciones y acciones en contra de posibles actos de corrupción, particularmente en temas de abasto, y no desistirá en el combate contra la ilegalidad.
“En el IMSS, de manera permanente se implementan acciones de combate a la corrupción basadas en la cero impunidad y el fortalecimiento de los mecanismos de denuncia, reiterando su compromiso con la transparencia y la rendición de cuentas”.
¿Y qué se dice en la calle?, pues hay de todo, una versión de que el escándalo se hizo grande porque el delegado se portó prepotente y los policías tuvieron que esposarlo, otra más que efectivamente lo denunciaron sus enemigos para asustarlo con presuntas investigaciones, también el posicionamiento oficial que se acerca a estos dichos ya que habla de que no hubo delito que perseguir, además los rumores, la versión que ya es más recurrente, se dice que un Diputado federal es el que le mueve el tapete al delegado queriendo correrlo de Tamaulipas para hacer negocios turbios en esa dependencia.
Al estilo Felipe, haiga sido como haiga sido, la verdad es que los tamaulipecos nos merecemos más respeto y el caso debe de transparentarse completamente, señalar de dónde vienen las fotografías, por qué se dejó libre al delegado sin turnarlo a las autoridades competentes, si quiere usted no a un juez para que analice la presunción de un delito porque dicen que no le encontraron nada, pero si por lo menos a la barandilla de la policía local para que pague una multa por su comportamiento presuntamente prepotente, pero ni eso, obvio, merecemos saber mucho más sobre esa presunta corrupción que se investiga, que castiguen, porque ahí si que no se vale, los derechohabientes de ese instituto tienen cerca de un mes que no reciben ni las pastillas para controlar sus problemas de glucosa o hipertensión.
Exacto, merecemos que le respondan ahora al Instituto Mexicano del Seguro Social, porque si bien le pusieron un volado a la mandíbula al delegado que casi lo deja fuera de todo el servicio público y no dude que será satanizado por muchos meses o años, más real es que la respuesta de la dependencia es uno de esos ganchos al hígado que mandan a la lona a sus rivales, los atonta y casi los deja listos nomás para si se mueven conectarles un recto a la nariz que los inhabilite y no solo para la pelea, sino para siempre, porque ya hablan de corrupción y hablan de sancionarla, que suena más a amenaza que daña a sus derechohabientes, pero se así se llevan…