Durante la etapa del período post revolucionario, el gobierno del general César López de Lara -originario de Matamoros-, se distinguió por su notable impulso a la educación, agricultura, promulgar de leyes y realizar proyectos de beneficio comunitario para los tamaulipecos. Uno de ellos, se relaciona con el establecimiento de plantas potabilizadoras en diferentes ciudades de la entidad. Para darle agilidad a estas iniciativas, nombró al capitán Julio Dávila Jefe del Departamento de Hacienda, Estadística y Catastro.

La iniciación de las obras de infraestructura para el entubado del agua potable en Ciudad Victoria y Matamoros, se realizó a partir de 1922. Su terminación se tenía contemplada en enero de 1923, considerando que de acuerdo al Periódico Oficial del Estado y bajo la observancia de la Comisión de Hacienda del Congreso del Estado “…en cuyas obras ambos municipios han invertido gruesas sumas de dinero de las que, el Estado ha facilitado en calidad de préstamo la mayor parte, si no en todo del gasto”. Es decir, en 1923 el Gobierno de Tamaulipas, prestó al ayuntamiento de Victoria 38 mil pesos para la introducción de agua y drenaje.
Quien toma agua de La Peñita, permanece en Ciudad Victoria
Finalmente, el 27 de mayo de 1923 el gobernador y general César López de Lara inauguró la planta de abastecimiento de agua potable o entubada para uso doméstico en Ciudad Victoria. Ese día, numerosos victorenses, técnicos, fotógrafos y funcionarios de gobierno acudieron a Tamatán al pie de la Sierra Madre, donde presenciaron la apertura de las válvulas controladoras instaladas en La Peñita, para la distribución del agua de algunos hogares victorenses. La primera etapa cubrió el sector comprendido entre la avenida de La Alameda ó 17 y calle 22 cercana a la estación del ferrocarril, entre las avenidas Hidalgo, Morelos y Matamoros.

Definitivamente, gracias a la moderna infraestructura, el uso de norias y acequias desapareció paulatinamente en los hogares victorenses, la mayoría de ellos construidos de adobe, sillar y ladrillo. Respecto a las acequias que atravesaban la ciudad de sur a norte, dependían del Río San Marcos particularmente de las pozas La Peñita y Guerrero.
Una vez establecida la red de agua potable y drenaje en las principales calles de la ciudad, el Congreso del Estado aprobó el Código Sanitario de Tamaulipas. En alguno de los apartados se contempla el uso del agua potable: “Artículo 99. Los propietarios de las fincas situadas en calles por donde pasen las cañerías de agua potable destinado al servicio público, están obligados a introducir está en cantidad suficiente y de conformidad con los reglamentos respectivos.” Lo mismo aborda sobre las fuentes y depósitos de agua de uso doméstico, los cuales deberían permanecer siempre cubiertos.
Emilio Portes Gil y el agua potable
En 1928 durante el informe de gobierno del licenciado Emilio Portes Gil, se refirió al rubro del Consejo de Higiene Pública del Estado, en el sentido que los propietarios de casas y solares de zonas saneadas, hicieran uso del agua entubada y del drenaje “…para evitar que la población sufra de enfermedades por el agua contaminada de los pozos. Se hizo la reconstrucción del Manantial de La Peñita y la construcción de una caja de agua y su cubierta, habiéndose hecho también un lavado del tanque de abastecimiento del agua potable para la ciudad.” En cuanto al censo poblacional, entonces Victoria tenía alrededor de 23 mil habitantes, y era un municipio eminentemente rural.
Para la década de los treinta, el gobierno de Francisco Castellanos continuó con las obras de la red de agua potable y alcantarillado en la capital tamaulipeca. Por ejemplo, en el informe de gobierno que presentó al Congreso del Estado, se refiere a la instalación de tubería de la calle 8 hacia al sur: “…para abastecer la Escuela de la Colonia Mainero; se amplió el servicio de agua potable hacia el norte de la ciudad, haciéndose una instalación de 86 metros de tubería de 1 y media pulgada por la calle de Veracruz, a partir de la línea principal de la calle Guerrero, y otra instalación de 100 metros de tubería de igual dimensión a la anterior, por la calle Manuel González…”
De esta manera el servicio de agua que se captaba de los abundantes manantiales o pozas del Río San Marcos conocidos como La Peñita y Guerrero, se convirtió en una realidad por todos los rumbos de Victoria, principalmente en las áreas donde se localizaban escuelas, plazas públicas, oficinas y hospitales. Por ejemplo, la Casa del Niño Industrial, Hospital Civil, Paseo Méndez, calle Mártires de la Democracia, Palacio de Gobierno, además de comercios, hoteles, industria y otros edificios y sectores.
La pavimentación de las calles
Paralelamente a la cobertura del servicio de agua potable en la capital tamaulipeca, correspondió al gobernador ingeniero Marte R. Gómez el inicio de la pavimentación de las principales calles de la localidad, algunas de ellas empedradas o de terracería. El anuncio de estas obras del primer cuadro urbano lo hicieron en 1938, aclarando que sería de concreto hidráulico con varilla “…reportando un costo de $ 6.00 por metro cuadrado de cuyo valor el gobierno pagará una tercera parte y otro tanto, los propietarios de fincas.” Vale decir que los vecinos de las calles Morelos y Juárez no estaban de acuerdo.
El 1º de enero de 1939 el mandatario tamaulipeco inauguró la pavimentación de la calle de Juárez, desde La Alameda (17) hasta el 8 o Juan B. Tijerina por donde pasaba la Carretera Nacional recién habilitada. En la ceremonia de apertura de la modernizada vialidad, se desarrolló en la Plaza Juárez un festival con carreras de tortugas, carrera de cien metros para mujeres, carrera de patines y actuación de la Banda del Estado.
Al principio algunos vecinos y propietarios de negocios se sintieron afectados por la apertura de zanjas y presencia de escombros. Los arreglos de las calles, incluían el mantenimiento hidráulico del drenaje y tubería de agua potable. En total se invirtieron 600 mil pesos oro, solventados por las administraciones estatal y municipal. Lo mismo contribuyeron los propietarios de casas y predios beneficiados con estas obras, lo cual incrementó su valor catastral.
El Acueducto Guadalupe Victoria
El proceso sobre la administración y nuevas obras hidráulicas en la ciudad logró importantes avances entre los años treinta hasta la década de los ochenta del siglo pasado con las siguientes modalidades: 1937-1941 modificaciones a la red de agua y drenaje; principios de la década los cincuenta el gobernador Horacio Terán dispone las modificaciones a la galería filtrante de La Peñita; 1960 en el gobierno del doctor Norberto Treviño Zapata, se firma convenio con la Secretaría de Recursos Hidráulicos para la creación de la Junta Federal de Agua Potable; agosto de 1977 el gobernador Enrique Cárdenas González crea la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado de Ciudad Victoria que en 1982 se transforma en organismo público descentralizado; 1992 el presidente Carlos Salinas de Gortari y el gobernador Américo Villarreal Guerra, inauguran el Acueducto Guadalupe Victoria de la Presa Vicente Guerrero a la Planta Potabilizadora al Tanque de Captación. El costo fue de 86 mil millones de pesos.
(Periódico Oficial de Tamaulipas/febrero 27/1909; Periódico Oficial de Tamaulipas/enero 14/1928/; Periódico Oficial de Tamaulipas/noviembre 9/1929; Periódico Oficial de Tamaulipas/enero 18/1930; periódico La Raza/abril 23/1922; periódico El Gallito 1 de enero de 1939; El Gallito/2 de mayo/1938; Crónicas de Victoria/Archivo Municipal de la Oficina de la Crónica de Victoria).