Por: Marco Antonio Vázquez Villanueva
Cosas de la vida, lo peor del PRI ha aterrizado oficialmente en Morena, los Yunes de Veracruz, los Murat de Oaxaca, más otros parecidos a ellos ya presumen su credencial de afiliados al partido guinda y todavía peor, los recibe con los brazos abiertos el hijo del expresidente Andrés Manuel López Obrador, un personaje que le gusta que le llamen Andy.
Lo paradójico de todo es que Morena llegó al poder precisamente porque el pueblo huía de las nuevas estrellas morenistas, por decirle algo, Veracruz y Oaxaca era monumentos a la corrupción, eso afirmaban el expresidente Andrés Manuel y seguidores mientras la ciudadanía reclamaba justicia, exigía el pueblo que los metieran al bote y le regresaran lo robado por esos clanes, cosa que no sucedió.
Era tanto el odio contra nuevos morenistas, Yunes y Murat, que cuando gobernaban siendo tricolores provocaron algo que se veía imposible, derrumbaron al PRI en sus Entidades, por eso también los mismos mandatarios de Veracruz y Oaxaca, más otras figuras prominentes de Morena, exigen una explicación por haberlos aceptado.
Obvio, los acusados por la sociedad no tienen cuentas pendientes con la ley, por lo menos no se sabe que persigan a Yunes o a Murat por robarse el dinero de los más pobres, aunque todos los acusen de ello, vaya, el problema no es legal, es de ética, de moral, de no traicionar el movimiento que el pueblo abrazo porque precisamente prometía deshacerse de lacras de la política.
Otra vez la paradoja, según las malas lenguas el principal promotor de esas afiliaciones a Morena es Andý López Beltrán, el hijo del expresidente quien tiene como meta tener más de 10 millones de afiliados a ese partido para este año.
Otras malas lenguas, por cierto, afirman que en realidad la campaña de afiliación a Morena es una precampaña del hijo de AMLO para buscar la presidencia de México, que por ello no repara mucho en juntarse con Dios o con el diablo, para él lo importante es figurar, crecer, aumentar su estructura electoral.
Sean peras o sean manzanas, la otra realidad es más importante, a Morena más que tener un gran padrón le urge mantener su prestigio, afiliar solo a personajes de reconocida solvencia moral e ir apartando a los aliados pasajeros antes de que les agandallen los puestos de elección popular en sus Estados de origen, en las regiones que dominan.
Por supuesto, también le urge que el liderazgo lo comience a ejercer la Presidenta Claudia Sheinbaum, porque, guste o no, ella será la única que podrá decidir quien será su sucesor, de hecho, en este momento tiene que estar revisando quienes se lanzarán de candidatos a Diputados federales en la elección intermedia, así como las gubernaturas que vayan a disputarse, para tener a su favor toda la estructura de mando.
Conclusión, a la presidenta ya le debe ir cayendo el 20 que requiere tomar el control de Morena, primero para evitar que se sigan colando personas de dudosa reputación y después porque desde ahí, desde el partido en el poder, se diseñará el futuro de este México lindo y querido, vaya, no es un disparate presumir que podrían controlar desde la elección judicial que viene en junio hasta los nuevos Diputados federales y gobernantes en los Estados o municipios, entonces, las nuevas estrellas de Morena, lo más nefasto del viejo tricolor, por lo menos no debería exhibirse tanto, más aún, por lo menos deben estar siembre bajo la lupa por si es que quieren reconstruir su poder y abanderar al hijo del expresidente para ser candidato en el 2030, vaya, no estará nada mal que lo intente Andy, lo realmente desleal es que pretenda hacerlo agandallando, golpeando a la Presidenta hasta mediáticamente porque además es ella la que tiene que dar la cara por esos excesos qué, insisto, a nadie convienen…