Por: Fortino Cisneros Calzada
Con el propósito de consolidar su régimen y cumplir las expectativas de los muchos votantes que lo llevaron al triunfo, incluyendo mexicanos residentes en Estados Unidos que mantienen las costumbres del país, especialmente la relacionada con la familia, que es una de las fortalezas de la comunidad latina más allá de las fronteras, el presidente Donald Trump sigue adelante con sus decretos ejecutivos y sus amenazas con empaque de prepotencia.
En muchos lugares del ancho mundo los gobernantes y algunos pueblos se han enganchado en la retórica trumpiana, encaminada para el consumo dentro de las fronteras de la Unión Americana. Hasta el momento, sólo dos políticos de relevancia, el ruso Vladimir Putin y la mexicana Claudia Sheinbaum Pardo han mantenido la ecuanimidad y han actuado en consecuencia, haciendo lo que corresponde en cuanto al manejo mediático y las acciones de gobierno.
En ambos casos, las cosas van bien y el panorama se antoja alentador. Después de las sacudidas al árbol de los intereses políticos, económicos y geoestratégicos, del cual habrán de caer las manzanas podridas se iniciará una nueva etapa de transparencia y certidumbre. Definidos los tres grandes bloques que marcarán el rumbo en lo que resta del siglo, México tendrá que alinear sus acciones para consolidar a América, esto es, al continente americano, no sólo a Estados Unidos que se adjudica el patronímico.
Alinear, sí; pero, como lo ha manifestado la presidenta, mediante esquemas de colaboración y respeto. Nada de subordinación y menos injerencias en los asuntos que competen solamente a los mexicanos. Si lo que se busca es acabar con los problemas que aquejan a la sociedad continental, entonces la tarea es de todos y las acciones tendrán que emanar de un diálogo claro y abierto. Uno de los temas torales es el comercio y ahora se sabe que el Nafta y el Tmec fueron mecanismo para enriquecer a una minúscula minoría a cambio de convertir al trabajo en la mercancía más barata.
Si se reconoce que los propósitos no se lograron y que los trabajadores de los tres países se convirtieron en los esclavos de finales del siglo XX y principios del actual, tiempo es ya de buscar y encontrar otros esquemas en que los beneficios del comercio y su fase avanzada, el libre comercio, lleguen a todos para crear una sociedad próspera que pueda cumplir sus propósitos de vida a plenitud, haciendo lo que mejor sepa hacer cada uno de sus miembros.
Con la propuesta humanista de la Cuarta Transformación y el empuje de Claudia Sheinbaum, México ha logrado restaurar el carácter social de la Constitución, que fue mutilada por Salinas y sus esbirros para ponerla al servicio del gran capital. Allende el Bravo, también se está buscando poner orden en la casa, aunque el estilo es muy diferente. Eso obliga a los mexicanos de buena voluntad a acendrar el respaldo a la presidenta de México, una mujer excepcional con mucha habilidad y temple.