Por: Marco Antonio Vázquez Villanueva
El lunes de la presente semana comenzó a circular un video firmado por algo que se hace llamar Código Magenta (dicen es una empresa informativa) donde se acusaba al gobierno de Américo Villarreal, especialmente a una persona del que detallan nombre y afirman era el jefe de la oficina del ejecutivo estatal (aunque en la realidad es otra persona la que ocupa ese cargo) de tener nexos con la delincuencia, se inventaron una historia que pintaba a tal personaje casi como el sucesor de El Chapo, o más peligroso que todos los grandes delincuentes juntos.
El martes por la noche el coordinador de Comunicación Social del Gobierno del Estado, Francisco Cuellar Cardona, les respondió a los de Código Magenta con otro video, exhibió las mentiras, precisó datos y acusó directamente al prófugo Francisco N de ser el actor intelectual de los ataques, finalmente cerró diciendo que se presentará una denuncia para deslindar responsabilidades, sobre todo, para que se castigue a quienes construyen esas “falsas narrativas”.
Detalló Cuéllar Cardona que Código Magenta respondía a los intereses del pasado, que se han construido una historia intentando proteger a Cabeza N, luego anunció que es una realidad que el gobierno de los vientos de cambio cometió el peor saqueo de las finanzas públicas en toda la historia y por ello son investigados todos los ex secretarios, subsecretarios, jefes y hasta el propio exgobernador y su familia quienes, sentenció, no podrán burlar la acción de la justicia y menos, según detalló en otra oportunidad, inventando publicaciones para distraer a la opinión pública o tratando de comprar impunidad mediante el chantaje.
Ahora, más allá de los agarrones jurídicos y legales que se tendrán que dar quienes acusan y quienes contraatacan, lo importante es que hoy no se guardo silencio en publicaciones que los acusaban de todo, más que eso, que se prometió una demanda legal para deslindar responsabilidades, lo que en cristiano significa que una y una parte tendrán que convencer a los jueces, por tanto, a la ciudadanía, de su verdad.
Por lo pronto la publicación de lo que se hace llamar Código Magenta comenzó con mentiras, el personaje del que se agarran para señalar al gobierno de Américo Villarreal ni siquiera ocupa el cargo que dicen, vaya, una investigación seria comienza precisando nombres y puestos de los acusados, en este caso ni siquiera eso se logra lo que aumenta la probabilidad al cien por ciento de que todo lo demás también sea un invento.
En las sociedades modernas y sobre todo con gobiernos que ideológicamente se sitúan a la izquierda, siempre debe ser preferible el libertinaje que el sometimiento, pero más verdad es que resulta sano que las partes acusadas obliguen a comprobar los señalamientos en contra, es decir, ya no son tiempos del chantaje o de difamar tan impunemente, los medios como tales debemos tener responsabilidad y atenernos a las consecuencias de una mala actuación, de mentir pretendiendo el chantaje, peor aún, de operar como sicarios de la parte más perversa de la política, eso hace cómplices y parte del mismo saqueo a quienes se presten.
Exacto, ojalá y no haya reversa, ojalá se llegue hasta las últimas consecuencias con Código Magenta porque el tema deberá servir de ejemplo para el resto de los informadores, de los medios, porque ya son tiempos en los que no se debe permitir los excesos tan impunemente, conste, no es censurar la libertad de expresión sino de frenar la libertad de extorsión, que es otro asunto.
Conclusión, hacemos votos para que se llegue con el tema hasta las últimas consecuencias, porque es lo más sano para la sociedad que ya no merece recibir noticias falsas a diestra y siniestra nomás porque un grupo político anda desesperado y busca que no les continúen llevando a prisión o, en el peor de los casos, porque se intenta hacer chantaje con ese tipo de señalamientos, que, desde nuestra humilde opinión, es una realidad que apestan a Vaca…