Por José Luis Aguilar Guajardo
En la primera parte de este artículo se advirtió que presentaríamos suficiente evidencia para hacer notar públicamente la imprecisión histórica que gira en torno a la fundación de la villa de Santillana, hoy Abasolo Tamaulipas.
Procederemos entonces a presentar el origen de tal confusión histórica no sin antes mencionar que, una vez transcurridas las celebraciones del 272 aniversario de la fundación de Abasolo, los pasados 25 y 26 de diciembre, el balance de las actividades llevadas a cabo es desalentador ya que la autoridad local se limitó a calcar lo que se ha venido haciendo desde hace años por parte de las administraciones anteriores. ¿Qué hubo de novedoso en este 272 aniversario? Lo único que se alcanzó a ver en términos culturales fue una representación teatral que también se ha visto en el aniversario del vecino municipio de Jiménez la cual, a pesar de ejecutarse de manera magistral, replica en su guion un discurso historiográfico hoy por hoy superado que romantiza la compleja empresa de la fundación del Nuevo Santander presentando una visión maniquea en donde los hispanos son “los buenos” los proveedores absolutos de civilización y los indígenas son “los malos” o los que padecen atraso cultural o barbarie. Queda entonces la incertidumbre de si, en la administración local existe la capacidad intelectual para concebir y llevar a cabo actividades con contenido cultural o académico que ayuden al pueblo a reconocer sus raíces y de paso fomentar la memoria histórica o si, por el contrario, vamos a seguir viendo más de lo mismo en los próximos dos años. Después de esto es inevitable cuestionarse si la autoridad local conoce el verdadero significado de la palabra “humanismo” que tanto replica en los discursos políticos. El uso indiscriminado de dicha palabra, en todo caso, parece demagogia, y es que es bien conocido por la gente pensante que los espectáculos si bien entretienen a la gente, no engloban en sí a la Cultura. Pero quizá esto sí lo sepa la autoridad local y sean más bien partidarios del ideal romano: Al pueblo pan y circo.
Una vez comentado lo ocurrido en las conmemoraciones del presente, regresaremos de nueva cuenta al tema medular de este artículo, o sea la fundación de la villa de Santillana, con la intención de mostrar públicamente los testimonios y evidencias que ayudan a determinar la fecha exacta en que se llevó a cabo dicho evento histórico. En este punto es preciso comentar que dentro de la pesquisa documental que se llevó a cabo para el desarrollo de este artículo se lograron encontrar una buena cantidad de fuentes de distintas temporalidades que tratan el tema de dicha fundación y que por cuestiones de espacio no serán comentadas en su totalidad en esta ocasión. Debido a ello es que aquí sólo nos limitaremos a presentar las tres fuentes más antiguas que dan luz sobre el tema, las cuales se remontan a episodios coyunturales para la historia del periodo hispánico en la Colonia del Nuevo Santander, hoy Tamaulipas. Este tercio de fuentes son fundamentales para resolver el problema histórico que aquí nos atañe y es que, a través de su cotejo y contraste es posible descubrir el origen de la confusión que hasta hoy se sigue replicando. Aun así, aprovechamos el momento para hacer del conocimiento público el que próximamente se estará publicando una obra académica en donde se presentarán y analizarán todas las fuentes sobre este tema que aquí no se abordarán. Además, dicho trabajo contará con un prólogo elaborado por una reconocida historiadora especialista en temas históricos del Noreste de México.
Así pues, revisando las fuentes históricas, es preciso comentar que hasta este momento, la primera noticia que se tiene sobre el establecimiento de la villa de Santillana es la proporcionada por el propio fundador y gobernador de la Colonia, José de Escandón y Helguera quien, en su informe fechado el 8 de agosto de 1755, el cual fue reproducido por el AGN en 1929 dentro de la obra Estado General de las fundaciones hechas por D. José de Escandón…, refiere que dicha villa: “Fundóse en 26 de octubre de 1752, con la advocación de Nuestra Señora del Rosario, su capitán Don Tomás Conde, con 17 familias de pobladores que componen 67 personas. Está situada al margen de un hermoso arroyo que baja de Santander con fácil saca de agua y cerca del río que viene de Padilla […]”.
Atendiendo a la circunstancia de que el dato procede del propio Escandón y que éste lo manifestó en un informe oficial dirigido al virrey de la Nueva España, a poco menos de dos años diez meses de ocurrido el suceso en cuestión, no quedan muchas dudas respecto a la veracidad de este testimonio.
Sin embargo, dos años después del precitado informe, es decir en 1757, se encuentran un par de fuentes primarias que también registraron el dato de la fecha de fundación de Santillana. Estas fuentes son los informes elaborados por los funcionarios reales José Tienda de Cuervo y Agustín López de la Cámara Alta quienes de manera conjunta y simultánea se encargaron de averiguar el estado que guardaban las poblaciones que Escandón había fundado en la Costa del Seno Mexicano a partir de diciembre de 1748.
Pero, a pesar de que ambos informes fueron elaborados dentro de un mismo contexto, encontramos en ambas redacciones una discrepancia en cuanto a la fecha de fundación de Santillana que, sin lugar a duda, ha sido la causa u origen de una confusión histórica que ha provocado que por poco más de dos siglos y medio se siga pensando que tal acontecimiento se llevó a cabo en el mes diciembre y no en octubre como se ha visto fue reportado por el propio gobernador de la Colonia, José de Escandón.
Procediendo entonces a cotejar estas dos fuentes del año 1757 se presenta a continuación el fragmento del reporte del capitán de Dragones, José Tienda de Cuervo, donde alude la fundación de Santillana. Aquí el militar dice que: “Esta pequeña población tuvo su principio en 26 de diciembre de 1752, de algunos pobladores de Santander, que habiendo reconocido los buenos terrenos del paraje y sus inmediaciones solicitaron permiso de Don José de Escandón para establecerse en él con los cortos bienes que tenían; que les fue concedido porque se consideró por conveniente tener poblado este sitio para abrigar el camino de Soto la Marina y el Puerto, que no se podía transitar sin escolta por los muchos indios que causaban vejaciones y cometían hostilidades en estos tránsitos[…]”.
Por otra parte, el ingeniero militar Agustín López de la Cámara Alta en su informe al que denominó Descripción General del Nuevo Santander, manifestaba sobre la Villa de Santillana, que: “Se fundó este pueblo en 26 de octubre de 1752, con la advocación de Nuestra Señora del Rosario, siendo su situación inexcusable el que esté poblada por causa de los indios que ocupan el Cerro del Aire, y otros de la otra banda del río de la Iglesia, que corre a una legua de distancia a la parte del sur, y causaban muertes y robos a los que transitaban por Soto de la Marina impidiendo su comercio, y asimismo se prolongaban con sus correrías a los campos vecinos de Santander, Soto de la Marina y lomería de la Iglesia, lo que obligó esta fundación[…]”.
Respecto a estas últimas dos fuentes habrá que comentar que guardan especial importancia como elementos testimoniales de la época ya que ambas se basan en información proporcionada a los funcionarios, tanto por autoridades locales, como por los pobladores que fundaron la villa de Santillana a tan solo cinco años de distancia. Sin embargo, es indispensable comentar que tanto Tienda de Cuervo, como Cámara Alta, no estuvieron personalmente dentro de los protocolos de fundación, motivo por el cual a juicio de quien esto escribe, sus testimonios quedan en un segundo lugar jerárquico frente a lo manifestado por el gobernador Escandón en su informe antes mencionado de 1755.
De lo anterior, podemos concluir que tras el análisis de las tres fuentes del periodo hispánico antes presentadas se sabe que existen dos de ellas que señalan la fecha fundacional de Santillana el 26 de octubre de 1752 las cuales son la de José de Escandón de 1755 y la de Agustín López de la Cámara Alta de 1757. Por otra parte, se cuenta con una tercera fuente, la de José Tienda de Cuervo también de 1757, que señala dicha fundación el 26 de diciembre de 1752.
Otro de los elementos que nos ayudan a corroborar que la fecha correcta es la del mes de octubre se encuentra en un cuadro dentro del informe de Tienda de Cuervo donde se expresan las fechas de fundaciones de todas las villas escandonianas. Ahí claramente aparece la villa de Santillana, con su fundación apuntada el día 26 de octubre de 1752. Debido a ello, es muy probable que Tienda de Cuervo, al tener que entregar en calidad de urgente la información a las autoridades virreinales, haya cometido un “error de dedo” en la redacción del fragmento antes expuesto.
Estas tres fuentes de la época hispánica son fundamentales para disipar las dudas respecto a la verdadera fecha de fundación de Santillana, hoy Abasolo. Son documentos de la época que recaban los testimonios de los actores protagonistas del suceso en cuestión. De igual manera, son los recursos donde abrevaron el resto de los historiadores que en lo postrero tocaron este tema, aunque también hay que decir que no todos los historiadores tamaulipecos se percataron de la problemática aquí tratada. Tal es el caso del Ing. Alejandro Prieto Quintero quien en su gran obra de 1873 tomó como verdadera la fecha proporcionada por Tienda de Cuervo. Gracias a la popularidad y al prestigio del Ing. Prieto se consideró como una verdad irrefutable el que la villa de Santillana se fundó el 26 de diciembre de 1752 y ello ha sido motivo de que se siga replicando este dato tanto por historiadores como por las autoridades contemporáneas. Sin embargo, también es cierto que existieron otros grandes historiadores, como Gabriel Saldívar Silva, oriundo del vecino municipio de Santander Jiménez, quien conoció más a fondo las fuentes virreinales antes presentadas razón por la cual reportó en su Historia Compendiada de Tamaulipas publicada en 1945, el que Santillana fue fundada el 26 de octubre de 1752. A la luz de las evidencias aquí expuestas quedan muy pocas dudas respecto a que esta última es la verdadera fecha fundacional de dicha villa.
Por último, es preciso comentar un importante antecedente en lo que respecta al análisis de las fuentes antes presentadas y es que, ya desde el 2004, la historiadora Patricia Osante y Carrera, quien es especialista en temas relacionados con el Nuevo Santander, advirtió en una de sus obras las discrepancias en la fecha de fundación de Santillana, razón por la cual le dedicó una nota al pie de página en la que se lee: “José de Escandón coincide con la fecha de fundación que registra López de la Cámara Alta; sin embargo, José Tienda de Cuervo señala el 26 de diciembre de 1752 como la fecha de fundación de esta villa”.
Ya veremos más adelante que acciones tomará la autoridad local al enterarse sobre esta realidad histórica. Sólo se ven dos posibles caminos a seguir: El primero y acertado es que asuman su responsabilidad fomentando la cultura y la historia en el municipio, demostrando además tanto el humanismo que pregonan en sus discursos, como los grados académicos de los que hacen ostentación. El segundo, es el de la simulación y la pereza intelectual que indudablemente los llevará a repetir lo que hicieron las administraciones anteriores, es decir: pan, circo, maroma y teatro…