La propia presidenta Sheinbaum clasificó el tema como un abrir de cloaca
, realizado por Octavio Romero Oropeza: el Infonavit y los inmensos negocios realizados por sus directivos y por las representaciones del sindicalismo y el empresariado siempre acomodaticio.
Transas y más transas. Miles de millones de pesos. Señalamientos duros desde la Mañanera, con detalle de casos aberrantes y escandalosos, más explícitos y concretos que, por ejemplo, lo mencionado en febrero de 2020 por Carlos Martínez Velázquez, director del Infonavit, durante todo el sexenio obradorista, al referirse al contrato de prestación de servicios de Telra Realty, por cinco mil millones de pesos que esa firma pretendía bailarse, aunque tuvo que devolver 2 mil millones.
La vigorosa difusión de estos casos se produce cuando la actual administración federal necesita reforzar su discurso a favor de una reforma en el Infonavit, que sus opositores están impugnando vivamente. Pero, como en otros casos de estridencia mediática estratégica, no hay visos de activación real de los mecanismos judiciales de castigo a los culpables del saqueo y la corrupción.
Ayer mismo, la Presidenta matizó, en la Mañanera: “esta investigación (…) pues va a derivar en seguir informando lo que se está encontrando; y las demandas penales, si es necesario, que tengamos que presentar. Algunas de ellas, como fueron hace tiempo, pues hay que ver si todavía hay espacio para su denuncia, si no están… pues ya pasó el tiempo para poderla presentar (…) Vamos a seguir denunciando. Y ahí, donde haya espacio todavía, denunciar administrativa y penalmente”.
Es decir, ¿no se tocará a exdirectores del Infonavit, como Alejandro Murat y David Penchyna?, le plantearon a la Presidenta, quien respondió: “Pero no es un asunto si se van a tocar. Se presentan las denuncias y lo que se haga (…) Es que ‘este es un asunto político’, ahora quieren hacerlo político. No, no es político, es un asunto de defensa del ahorro de los trabajadores”. Y, ante la insistencia con referencias de nombres y apellidos, añadió Sheinbaum a los periodistas: Sí, pero ustedes están poniendo nombres. Entonces, la mayor corrupción de lo que se mencionó ayer se dio en el último periodo de Peña y otras que vienen de antes (https://goo.su/Gz85eK).
¿Qué opinan quienes amablemente leen esta columna: habrá denuncias penales y administrativas contra presuntos responsables de tanta corrupción en el Infonavit? ¿Se promoverá el desafuero del ahora senador por Morena, Alejandro Murat, y se actuará judicialmente contra él, y contra David Penchyna, este también largamente señalado por actos de corrupción, pero hasta ahora igualmente impune? ¿Quedará todo en mero escarceo mediático y retórico para justificar las reformas a la ley de tal instituto?
Ayer, en este espacio, debió consignarse el calificativo de saltimbanqui para el político que fue director del Infonavit y ahora es senador morenista. Dado que algún error impidió tal cita, en compensación puede leerse el texto del gran analista y maestro de ciencia política, profesor, investigador y articulista Octavio Rodríguez Araujo, titulado Partidos y saltimbanquis, publicado en febrero de 2011 y en cuyo último párrafo apuntaba, entre otras frases: Así están las cosas y no veo que en corto plazo vayan a cambiar. Vivimos ahora un país de precandidatos más que de partidos, y de candidatos a cuenta del mejor postor (…) El país no aguanta más este obsceno intercambio de candidatos entre partidos ni un sistema de partidos que no ofrecen nada para modificar el rumbo de la nación. (https://goo.su/QDQX8s )
El autor de las presentes líneas estará ausente durante dos semanas, para volver a publicar el lunes 6 de enero. Así que aprovecha para desear a sus lectores felices fiestas de temporada y un 2025 activo y participativo. Gracias por el acompañamiento a lo largo de este 2024 tan intenso, cargado de signos y hechos relevantes. ¡Hasta el próximo enero!
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