Francisco Ramos Aguirre
El Ejido La Misión del Municipio de Victoria, se caracteriza por ser una de las comunidades agrícolas tamaulipecas con profundas raíces históricas anteriores a la época colonial. Además, con base a los documentos del mencionado período, el derecho al reparto agrario en este lugar se logró, gracias a que algunos de sus antepasados tenían raíces indígenas,
Es decir, eran descendientes de quienes formaron parte de la Misión de Indios Trespalacios San Pedro Alcántara, establecida en la Villa de Santa María de Aguayo por disposición de José de Escandón colonizador de la Provincia del Nuevo Santander. En este contexto posteriormente en 1768 se contó con la anuencia del Virrey en turno, quien estuvo de acuerdo con un proyecto, para que los indios se dedicaran a la siembra y producción de caña de azúcar, frijol, maíz, miel y piloncillo.
En dicho lugar operó entre 1750-1836 una congregación de 22 familias de indios Pisones a quienes las autoridades virreinales otorgaron tierras, ganado y aperos de labranza para su sostenimiento. Desde luego este grupo originario, fue sometido por los colonizadores y frailes franciscanos a un proceso de evangelización y alfabetización por varios sacerdotes, entre ellos Antonio de Aréchiga y Miguel Ramos Arizpe párroco de la Parroquia de Nuestra Señora del Refugio.
Entre las evidencias sobre dicha misión católica, destaca el informe de los Autos de la General Visita de José Tienda de Cuervo y Agustín López de la Cámara Alta. Además de los testimonios relacionados con la Comisión Local Agraria a cargo de los ingenieros Enrique Murís y Alberto Montiel.
La riqueza de estas tierras atrajo la ambición y despojo de algunos pobladores de la Villa de Santa María de Aguayo, por lo cual un grupo de indígenas encabezado por Andrés José, Juan Ignacio y Juan Antonio Varrón expusieron su queja ante el Virrey de la Nueva España. El caso es que a partir de 1831 se inició el proceso de desalojo por Vital Fernández, y posteriormente el predio fue propiedad de Antonio Rodríguez Fernández, Ignacio Higuera y del destacado político centralista, Jefe Político del Distrito del Centro y diputado don Lorenzo Cortina quien lo heredó a su nieto Manuel Sámano Cortina.
Como se ha mencionado, este territorio bañado por el Río San Felipe tiene una interesante historia desde los tiempos coloniales. Más aún si consideramos que en el predio y el paraje correspondiente al sitio de Caballeros, pastaban más de 30 mil cabezas de ganado atendidas por cien pastores. Bajo estas circunstancias los exploradores enviados por Escandón, inicialmente consideraron que podría ser el espacio ideal para la creación de la Villa de Santa María de Aguayo.
Reforma Agraria y Agraristas
La Revolución Mexicana trajo consigo un proyecto transformador del país, que derivó entre otros aspectos en la Reforma Agraria que se consigna en uno de los artículos de la Constitución Política de México promulgada en 1917 por el presidente Venustiano Carranza. Tamaulipas, como el resto de los estados no permaneció ajeno a los movimientos agraristas de esa época. Para entonces Ciudad Victoria estaba rodeada de haciendas, principalmente henequeneras y agropecuarias por ejemplo El Refugio, La Presa, Tamatán, La Garra y El Olivo. Alrededor de los ejidos La Garrapata y Misión Unidas destacan los potreros El Henequenal, Los Charcos, Brasiles, Sabino, Magueyes, El Capote y otros.
Considerando la existencia de un importante gremio de campesinos, vaqueros, capataces y jornaleros agrícolas, quienes se desempeñaban en los mencionados ranchos y diversas haciendas, se inició en Tamaulipas un proceso de gestación de las organizaciones campesinas. Más todavía porque al principios de la década de los vente de siglo pasado, estuvo en la región central de Tamaulipas el dirigente campesino veracruzano Úrsulo Galván. Bajo este contexto, nació en Ciudad Victoria la Sociedad Mutualista de la Congregación La Garrapata y Misión Unidas.
Lo relevante del caso es que el 18 de octubre de 1924 el gobernador profesor Candelario Garza, publicó en el Periódico Oficial de Tamaulipas un dictamen mediante el cual se reconoce que las Haciendas La Presa y El Refugio con superficie de 7 mil hectáreas, pertenecían a la Misión de Indios de San Pedro Alcantara. De acuerdo a los estudios de la Comisión Agraria Mixta y a petición de los líderes Félix Turrubiates y Florentino Silva, parte del predio estaba en condiciones de expropiarse, con fundamento legal en la Ley Constitucional del 6 de enero de 1915 promulgada por Venustiano Carranza.
La Repartición de La Presa
Durante los alegatos, los peticionarios de tierras y vecinos de los ranchos La Garrapata y La Misión Unidas presentaron alegaciones y pruebas “…por los actuales poseedores de tierras y aguas de la antigua Misión de Indios, se desprende que adquirieron estas tierras el año de 1836, y acreditan el derecho de propiedad mediante información testimonial; pero estas tierras no destruyen los derechos que les confieren el Artículo 3º de la Ley de Tierras de 1915.”
En el reparto participaron 76 jefes de familia y varones mayores de 18 años, carentes de tierras. De acuerdo a los artículos del Reglamento Agrario, cada Jefe de familia obtuvo en calidad de dotación 12 hectáreas de tierra de las cuales “Tres serán de riego, 7 de temporal y 2 para reserva forestal.” Además, se autorizó dotar a los ejidos La Garrapata y Misión Unidas 792 hectáreas, 198 de riego; 462 de temporal y 152 para Reserva Forestal.
Dentro del complemento del reparto agrario y en contexto con el gobierno del general Lázaro Cárdenas, quien reactivó los postulados de la Revolución Mexicana, el 25 de marzo de 1938 publicó una resolución presidencial de ampliación de tierras para los ejidos La Libertad y Misión Unidas, correspondiente a 3 mil 23 hectáreas. Vale decir que para estos años, se había consolidado el liderazgo campesino de Bernardo Turrubiates y Magdaleno Aguilar.
El Ejército Norteamericano en La Misión
Otro de los episodios históricos se vivió en 1846 durante la incursión del Ejército Norteamericano al mando del General Zacarías Taylor. Como lo hace saber William Seaton Henry uno de los soldados que perteneció a su mando, quien consigna la presencia de La Misión a su paso por las faldas de la Sierra Madre Oriental: “Al amanecer del 4 de enero de 1847, entre mezquites y matorrales espesos avanzaron a La Misión. “Bellamente situado sobre una cresta rocosa, dominando por todos lados una excelente, extensa y bien cultivada plantación.” A Henry le sorprendieron las cercas de piedra, consideradas una moda arquitectura rural norteña en esa época. Finalmente llegaron a Victoria, establecida sobre una llanura elevada y cultivos “…por todos lados repletos de caña de azúcar y maíz. Nunca he visto una perspectiva agrícola más rica.”
Según el censo poblacional de 1900 la Congregación La Misión tenía 172 habitantes repartidos en 93 hombres y 79 mujeres. Para 1930 este rancho los pobladores ascendían a 280 habitantes. Actualmente, el Ejido La Misión ubicado a 8 kilómetros de la capital tamaulipeca, tiene mil 140 habitantes. En el ramo educativo de esta localidad opera un jardín de niños, escuela primaria y secundaria. Durante varios años operó la fábrica de cal La Misión, inaugurada a principios de la década de los setenta del siglo pasado, gracias a un proyecto del Fondo Nacional de Fomento Ejidal del gobierno de México.
Manuel Sámano Cortina
Otro de los protagonistas de este acontecimiento histórico, en este caso la contraparte de los grupos campesinos fue Manuel Guillermo Sámano Cortina propietario de la Hacienda La Presa. Nació en Ciudad Victoria, Tamaulipas (1850) y falleció en la ciudad de Monterrey, Nuevo León (1924), a menos de un mes de decretarse la expropiación de la hacienda, después de anteponer un juicio de amparo ante el Poder Judicial Federal. Fue hijo de Ysidoro Sámano y Carmen Cortina.
Fue un destacado empresario miembro del Gremio de Agricultores victorenses al que pertenecían Manuel González Jr., Juan Filizola, Rudecindo Montemayor, Fidencio Terán, los hermanos Zorrilla y otros. Incursionó en la explotación de minas locales en el Cañón de la Presa y era aficionado a la charrería al igual que Isidro, Guillermo y otros de sus familiares. En el campo de la política entre 1920-1922 fue regidor del municipio de Victoria. Su domicilio particular se localizaba en la calle Morelos y 10.
Periódico Oficial de Tamaulipas/enero 28/1909; Crónica de un Ejido La Misión/2024/Editoras Dora y Laura Turrubiates; Los Alcaldes de la Villa de Santa María de Aguayo y Victoria/Ayuntamiento de Victoria /1988.)