Alejandro de Anda
LO OSCURO. ¿Cuánto en términos de dinero- es el valor de un sándwich para usted?
La evolucionada vida de este tercer milenio nos presenta tantas alternativas a la mano, que incluso un pequeño de acaso 8 años puede darnos varias opciones para responder semejante pregunta tan simplista.
En una tienda de conveniencia, un sándwich oscila entre $45 y $95 pesos.
En un restaurante de comida rápida puede rondar los $102 pesos. Con las multi-opciones club sándwich, con aderezo, con papas y lo que a la mente le imagine.
¡Vaya plática la de hoy! ¿No cree?
Cambiemos el punto de vista.
Vamos a ponerle más sabor al mismo tema.
Suponga que vive en una comarca del altiplano tamaulipeco y la zona habitable más cercana se encuentra a mil kilómetros de distancia; por consiguiente, no tendría formas fáciles de hacerse de los ingredientes comerciales. Aun así, la necesidad de un sándwich es imperiosa.
La vida la tasamos en base a cubrir necesidades básicas y ponderamos el factor legendario la economía es la base de la riqueza donde todo en el entorno tiene un costo o precio.
Andy George es un animador de medios estadunidense. Famoso en su país por realizar contenidos para YouTube y en 2015 emprendía una campaña que nos regala muchas enseñanzas, quizá sin así pretenderlo.
How to make everything (Cómo se hace todo) es el título de su instrucción y tiene como objetivo la materialización cosas que damos por sentado en procedimientos de elaboración de elementos cotidianos.
Así, se propuso fabricar un sándwich. Haciendo desde cero todos los ingredientes del mismo.
Plantó semillas en un jardín comunitario para obtener los vegetales; extrajo miel de abeja; ordeñó una vaca para lograr mantequilla y queso esenciales- y claro está, cultivó trigo para embutir su pan de caja.
Seis meses se llevó en procesos cualitativos y cuantitativos y gastó $1,500 dólares para la manufactura de UN SANDWICH.
Así es rondamos los treinta mil pesos mexicanos.
¿Que cuál es la enseñanza?
Vivimos en comunidad o en sociedad (asociados) para facilitarnos la vida. Una persona invierte en la compra de un camión que nos facilita desplazarnos por la ciudad (con el pago de un pasaje) y no requerir hacer la maniobra caminando; lo que también se traduce en tiempo-dinero.
Otra persona alimenta ganado para cubrir las necesidades de la población de quedarse cada quien, con un pedacito de una res a un precio que nos es conveniente a todos.
La vida es cara, sí. En solitario es aún mucho más. Y para lograr sacar el máximo provecho de la infraestructura de que disponemos en nuestro beneficio, colocamos a la gente idónea en la conducción de los servicios comunales (le llamamos gobierno) que nos permiten dedicarnos a lo que somos especialistas. Secretarias, choferes, maestros, empresarios, campesinos.
Por eso necesitamos buenos gobernantes que no se vean, que no se noten, que no se oigan. Que hagan su labor de facilitadores de la vida cotidiana donde estamos todos luchando por hacer un sándwich barato. Con la ayuda y compromiso de TODOS. Incluye el poder judicial.
COLOFÓN: Habremos muchos, cuya destreza en la preparación de alimentos culmina con la des-habilidad de hacer un sándwich en 1,500 dólares, después de destrozar el sagrado recinto (la cocina de la esposa).
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@deandaalejandro