Tres meses después de que se originó una grieta que se extiende por más de 8 kilómetros en por lo menos cinco comunidades rurales del municipio de Tula, es fecha que los geólogos no han emitido su reporte del porqué se abrió y hundió la tierra.
Sin embargo, Pedro Cepeda Anaya, secretario de Obras Públicas, señaló que a la fecha se han hecho reparaciones en un ejido del municipio de Tula, donde destapó toda la red de agua potable y drenaje, aunque falta mejorar las condiciones en algunas viviendas que presentaron daños en sus paredes y estructura.
Reconoció que tres meses después de la aparición de la kilométrica grieta, los geólogos de la Universidad de Nuevo León continúan trabajando y realizando algunos estudios en la zona, sin que hasta hoy hayan emitido los resultados.
“Aún no se determina cuáles son las posibles causas de esta grieta, aunque de manera preliminar fue lo que se había dicho, es decir, que fue a consecuencia de las lluvias que se presentaron en el subsuelo de la zona, posterior a la tormenta tropical Alberto, se hizo una especie de socavón y por ahí fue corriendo el agua, eso fue la explicación a primera vista que nos dijeron los geólogos”.
Expuso que la fisura en la tierra partió predios, parcelas y lamentablemente, también algunas viviendas en los ejidos Francisco Villa y Calabacitas, en Tula y Bustamante, respectivamente.
El funcionario estatal, precisó que después de realizar trabajos de reparación en materia de agua y drenaje, vendrá la rehabilitación de viviendas que se vieron afectadas por la generación de las grietas, en daños a la estructura, pisos o paredes.
Dijo que por lo menos se necesitarán 4 millones de pesos para reparar los daños ocasionados por la creación de grietas en alrededor de ocho kilómetros, además de otras acciones que tendrían que realizarse, una vez que se disponga del resultado de los estudios.