Por Carla Huidobro
Compartir aspectos íntimos de uno mismo con otra persona es un acto de vulnerabilidad y confianza. Para quienes están en el espectro autista, revelar esta parte de su identidad puede ser especialmente significativo y, a veces, complicado. Uno de los desafíos más dolorosos es enfrentarse a la incredulidad o a los estereotipos erróneos sobre lo que significa ser autista.
La intimidad, ya sea emocional, física o ambas, implica abrirse y mostrarse auténticamente. Decirle a alguien que estás en el espectro autista es compartir una parte esencial de tu identidad y experiencia. Esperas comprensión y aceptación, pero a veces, te encuentras con respuestas que reflejan una falta de conocimiento y sensibilidad. Una de las respuestas más comunes y dolorosas es escuchar: «Pero no pareces autista». Esta afirmación está cargada de suposiciones y estereotipos sobre el autismo. Implica que existe una única manera de ser autista, generalmente basada en imágenes simplistas y estereotipadas que no capturan la diversidad del espectro autista.
El autismo se manifiesta de manera diferente en cada individuo, y no hay una «apariencia» única que defina a todos. Los estereotipos sobre el autismo pueden ser profundamente dañinos. Crean una imagen limitada y, a menudo, incorrecta de lo que significa estar en el espectro. Cuando alguien en la intimidad comparte su diagnóstico y recibe una respuesta basada en estos estereotipos, se siente invalidado y no comprendido. Esta invalidación puede aumentar la sensación de aislamiento y hacer que sea aún más difícil abrirse en el futuro. Es crucial que las personas comprendan que el autismo es un espectro amplio y diverso. No todos los autistas se comportan o se expresan de la misma manera.
La educación y la empatía son fundamentales para superar los estereotipos y aprender a aceptar a las personas tal como son. La respuesta correcta a una revelación de este tipo debería ser una de apoyo y curiosidad genuina, no de juicio o incredulidad. Si te encuentras en la posición de revelar tu autismo a alguien y recibes una respuesta basada en estereotipos, puede ser útil intentar educar a la persona. Explicar que el espectro autista es amplio y que cada persona es única puede ayudar a abrir una conversación más constructiva. Sin embargo, también es importante recordar que no es tu responsabilidad educar a todos sobre el autismo; tu bienestar y comodidad son lo primero.
Las relaciones auténticas se basan en la aceptación y el respeto mutuo. Al compartir tu autismo, estás ofreciendo una oportunidad para que la otra persona te conozca de una manera más profunda y completa. Aquellos que realmente valoran y respetan tu individualidad estarán dispuestos a aprender y a ajustar sus percepciones.
Romper los estereotipos sobre el autismo es un paso crucial hacia la creación de una sociedad más inclusiva y comprensiva. En la intimidad, es fundamental que las personas sean capaces de compartir sus identidades sin miedo a ser malinterpretadas o invalidadas. Con empatía, educación y una mente abierta, podemos construir relaciones más auténticas y significativas, donde cada individuo se sienta visto y valorado por quien realmente es.
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