LO OSCURO. Poner en una nueva perspectiva un cambio de visión respecto
de la toma de decisión ya ejecutada, sería en términos descriptivos lo que
entenderíamos por ‘reconsiderar’.
Así, el mundo pareciera que hará una pausa en el objetivo de vida que daría
plenas libertades a algunos asuntos que nos obliga a la sociedad entera a
tomar medidas que modifiquen o -al menos-… no duelan tanto sus resultados.
La lucha emancipadora respecto a sociedad igualitarias tiene como inicio
histórico en el colectivo el 28 junio de 1969; tras la puesta en marcha del
movimiento de liberación homosexual (disturbios de Stonewall, Nueva York,
EE.UU.), así nacería un movimiento que a 55 años justifica su existencia en un
constante “in crescendo” con resultados legales positivos para los implicados,
respecto a la seguridad y garantías que ofrece a quienes forman parte de una
situación sentimental comprometida dentro de las descritas.
Sin embargo, habría reconsideraciones a observar. Respecto a las cifras que
INEGI comparte para análisis, en 2021 se registraron 4,341 matrimonios entre
personas del mismo sexo (2,496 entre género femenino y 1,845 masculinos) y
que, para el inicio del año 2022, los casos de divorcio ya representaban un
incremento sustancial por encima del 152% respecto de las separaciones del
año anterior. En una cantidad no menor a los 300 divorcios anuales.
Y seguimos. Aunque no es significativo o alarmante el asunto cuando
hablamos quirúrgicamente de cambio de identidad, existe ya una tendencia que
marca criterios. La cifra del 1% de personas que quisieran hacer reversible la
decisión de volver atrás el tiempo… mantiene a la ciencia médica con pesar
estudiando alternativas que hoy, no existen.
(sic) “Me arruinaron la vida” asegura Susana Domínguez, una chica gallega
que habría tomado decisiones importantes con su cuerpo a los 15 años y que
hoy de 21, encuentra caminos tortuosos donde la depresión toma parte
importante de su mente.
Hay muchos más ejemplos, como el norteamericano (Harry Tinsley) que ha
logrado la custodia paterna de su menor hijo que se encontraba en la tutela
materna y por ideología de aquella mantenía en un estricto sentido de no
binario al menor de 4 años (maquillaje, vestimenta, pañales, vocabulario) y al
ser confrontado ese caso con la ley, permitió al padre obtener la custodia total.
Esto nos lleva sin cortapisas al tema de las olimpiadas.
Enorme cantidad de manifestaciones, marchas, atención en redes sociales, en
espacios de opinión que defienden e impulsan quienes consideran a la
inclusión e igualdad como una bandera que estirpe de la faz de la tierra a las
diferencias marcadas por el hombre y que dejarían en indefensión a todos
quienes desean reconocimiento y ‘piso parejo’.
Temas como la discriminación por el uso de sanitarios, la ropa, modas, el trato
y más, se habrían zanjado… hasta que aparecieron los resultados que nos
hacen realmente diferentes.
Martina Navratilova, Mara Gómez –futbolista argentina-, Anna Scappini
–corredora paraguaya- dan cuenta de las persecuciones sufridas… por su
ideología.
Imane Khelif (boxeadora argelina) ganó el match en el segundo ’40 del primer
round olímpico en contra de la italiana Angela Carini.
Su corpulencia y figura trabajada le hacen parecer más a los rasgos de
estereotipo masculino… ¡pero es mujer!
Con algunas alteraciones hormonales de nacimiento la argelina ha demostrado
su fisionomía en más ocasiones y en ésta, tundió colosalmente a la italiana que
(sin retornar el saludo ‘fair play’ de la argelina tras concluido el encuentro)
señaló “Soy una mujer lista para luchar, pero no para ser masacrada por un
hombre por una ideología enferma”.
Las reconsideraciones deberán tomar forma legal. Quizá también sea exigible
de nueva cuenta la caballerosidad del género masculino, que se contrajo tras el
espanto de verse apabullados por una corriente que ocupaba todos los
espacios.
Hay muchísimo tema a reconsiderar…
COLOFÓN: En política también imperan las reconsideraciones. Ya están
avisados… las reelecciones en México, se acabaron. Estaba mejor lo de las
olimpiadas. Este ‘negocito’, se cerró.
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@deandaalejandro