Claro oscuro
Por Alejandro de Anda
LO MUY OSCURO. ¿Cuál ha sido el mayor pánico que sufren desde la guerra fría los norteamericanos?
Que un mandatario de su país apriete por enojo o por error el ‘botón rojo’ que simboliza el detonante de los misiles nucleares que han apuntado por años hacia su enemigo natural, la Unión Soviética.
En tono de broma y como temática de películas y comics, la incertidumbre persiste.
A usted y al de la pluma, ‘ciudadanos del mundo’, ¿qué nos dirían acciones como estas?
Que un abogado se pase tiempos intermitentes detenido tras las rejas por desconocimiento de las leyes; que un médico que atiende problemas de adicciones sea propietario de un negocio de alcohol; que un sacerdote sea cliente asiduo de comercios de vida nocturna disipada.
Sí, sí existen todos esos casos y quizá sean más frecuentes que lo que imaginamos. Pero en el caso de usted, seguramente evitaría la parroquia o el despacho del abogado, por la incongruencia de su encargo con su vida privada.
La diplomacia es el instrumento que las naciones utilizan para mantener equilibrio en las relaciones entre Estados.
Desde el siglo XVII tiene su mayor realce, donde hasta entonces se consideraba a los diplomáticos como mensajeros de los monarcas para hacerse llegar correspondencia privada.
Sin embargo, el muy conocido Cardenal Richeliu de aquella Francia guerrera, hizo valer ante el mundo el protagónico papel del diplomático, con un legado que dejó a la posteridad de la relación entre los países con aquella poderosa Francia ‘Razón de Estado’ que le daba la potestad inclusive de declarar la guerra a los países que no comulgaban con su ideología.
El reinado francés se extendería hasta la Holanda de la época.
Henry Kissinger es un exponente de la mayor estatura en materia de diplomacia en el mundo.
¿México?
El agregado consular –cónsul adscrito- en la representación diplomática de México en Shanghai, China, lo es (hasta hace un par de días) un diplomático de carrera -40 años de servicio- Leopoldo Michel Díaz.
No traemos a colación el tema por asuntos políticos ni mucho menos. El mencionado llegaría a su representación por recomendación entonces de Vicente Fox y su currículo incluye haber estado afiliado al Partido Verde Ecologista.
Sin embargo, la diplomacia no tiene –ni puede- presentar colores partidistas ante los países del mundo.
Bajo el argumento de que el cuerpo administrativo de la representación no habría emitido una visa a algún enviado del cónsul Michel en el país en mención, aquél acudía a reclamar airoso a sus subordinados el haberlo dejado en mal con el de la visa negada.
“Atiendo órdenes del cónsul general” contestaba el funcionario aludido por Michel. La perorata siguiente incluía ‘mentadas de madre’ y amenazas de golpes de parte del adscrito que emitía en contra del cónsul general. Su jefe inmediato.
Si tiene razón o no, en virtud de su encomienda y sus funciones; si existen diferencias ideológicas entre los arriba mencionados, la imagen de la diplomacia es pulcritud hacia adentro y hacia afuera. Así lo estipulaba Matías Romero Avendaño. Jurista, diplomático y representante de Juárez ante los EE.UU.
Los videos que circulan del exabrupto han obligado a la intervención de la canciller mexicana y el apercibimiento en materia de disciplina laboral.
¿La imagen del país en materia de diplomacia ante el mundo?
No tuvieran a la mano el botón rojo cualquiera de los dos…
Pobre México.
COLOFÓN: lamentable la imagen de nuestro país, pero más lamentable respecto de lo que sugiere la figura de los aludidos. ¿cómo estará la conducción del país si en una representación consular, se dicen hasta la despedida sus embajadores? (sic) “-Así nos hablamos en México” señalaba el adscrito. Difícilmente un mexicano que recibe una invitación ‘a romperse la trompa’, desestima o toma a broma la galantería.
P.D. Aseguró el colérico diplomático “no me pueden sancionar. Tengo 40 años de servicio y no amerito sanción”. La Ley de Herodes.
@deandaalejandro