El director del organismo Cuenca Golfo Norte de la Conagua, Jaime Gudiño Zárate, afirmó que Tamaulipas superó la crisis hídrica después de ocho años de sequía.
“Las copiosas lluvias registradas desde Alberto y las dos depresiones tropicales que le siguieron causaron la recarga de las presas y mantos friáticos, de hecho, aún continúan los escurrimientos”.
Dijo que de acuerdo con el Monitor de Sequía de la Conagua, para el 30 de junio sólo el 7.7 por ciento de Tamaulipas registra un grado de sequía después de las últimas dos semanas de copiosas lluvias.
“En la primera semana de junio la sequía afectaba al 98.5 por ciento del territorio estatal, es decir, los municipios con un grado de anormalmente seco, sequía moderada, sequía severa, sequía extrema y sequía excepcional pasó de 41 a 7, a raíz de las precipitaciones que se han registrado desde Nuevo Laredo hasta Tampico”, expuso Gudiño Zárate.
El funcionario de Conagua, refirió que el desplazamiento de la tormenta tropical Alberto sobre el Golfo de México y la incursión de tres ondas tropicales (4,5 y6) generando lluvias de fuertes a muy fuertes sobre la mayor parte del país favorecieron la disminución de sequía excepcional en Sonora, Chihuahua, Sinaloa, Durango, Tamaulipas, San Luis Potosí, Querétaro, Guanajuato, Hidalgo, Veracruz y Puebla.
Sostuvo que los beneficios de las lluvias no fueron solo para Tamaulipas, ya que a nivel nacional la sequía disminuyó del 54.71 al 19.08 por ciento en 15 días.
Tamaulipas tiene 21 municipios que se encuentran en semáforo verde de la Conagua al no presentar sequía, es decir, cuentan con disponibilidad de agua suficiente para uso humano, agrícola, ganadero, industrial, para comercio, entre otros giros, sin restricciones en el uso, por las últimas precipitaciones.
Los municipios de Abasolo, Aldama, Altamira, Casas, Güémez, Jaumave, Jiménez, Llera, Matamoros, Padilla, Río Bravo, Soto la Marina, Tula, Valle Hermoso, y Victoria se ubican en el supuesto del fin de una sequía por las recientes lluvias y se advierte que puede continuar la escasez de agua, que deriva en que los pastos o cultivos pueden no recuperarse completamente.
Cabe recodar que en los últimos ocho años Tamaulipas registraba en más del 60 por ciento de sus municipios sequía extrema y sequía excepcional, que consiste en la pérdida extrema y excepcional de cultivos, riesgo de incendios, escasez total de agua en embalses, arroyos y pozos y es probable una situación de emergencia debido a la ausencia de agua.