Por Concepción Delgado Parra
La tercera designación del Gabinete de Claudia Sheinbaum Pardo es política y territorial. En esta entrega, el mensaje que envía la virtual presidenta electa es la continuidad de la 4T a ras de suelo.
El jueves pasado, Sheinbaum informó que Rosa Icela Rodríguez estará al frente de la Secretaría de Gobernación (Segob), quien aún funge como secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana con el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Omar García Harfuch tomará el relevo de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSyPC) a partir del 1 de octubre.
La presidenta electa ratificó a Ariadna Montiel en la Secretaría de Bienestar, dependencia encargada de los programas sociales del Gobierno federal.
Mario Delgado, dirigente nacional de Morena, será el titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), una cartera compleja, tanto por su extensión territorial, como por la permanente negociación requerida ante las organizaciones sindicales del magisterio, las demandas de padres y madres de familia y los contenidos de enseñanza-aprendizaje. Pero, sobre todo, por la participación de Delgado en la reforma educativa aprobada durante el sexenio de Enrique Peña Nieto.
Tres registros configuran el próximo Gabinete. La primera designación apuntala un equipo de colaboradores delineados para enfrentar la relación con quien será el gobernante electo de los Estados Unidos –Trump o Biden– y las negociaciones para la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). La segunda entrega garantiza la continuidad de la 4T, bajo el sello de modernidad y desarrollo tecnológico. Y, los nombramientos de la tercera serie marcan el rumbo de la política interior basada en la estructura territorial.
La cuestión política y territorial configuran un cambio de rumbo en la próxima administración encabezada por Claudia Sheinbaum. Durante más de 70 años, la Segob y las Fuerzas Armadas estuvieron a cargo del “control del territorio”. Con las bases sentadas por el actual gobierno, todo indica que esto será diferente.
Con la tercera designación del Gabinete se perfila una relación de colaboración entre Gobernación y Seguridad para enfrentar el problema de la violencia en el país. Y, simultáneamente, se advierte la articulación de una estructura de cooperación con la Secretaría de Bienestar y la SEP.
Lo anterior, hace suponer que la estrategia de seguridad pasará por el control político y territorial del Bienestar y la Educación, no por la represión, ni por la “guerra” de ningún tipo.
La presencia de Rosa Icela en la Segob y de Omar García Harfuch en la SSyPC indica que la seguridad nacional estará basada en la prevención y encabezada por civiles, con el apoyo de las Fuerzas Armadas y la Guardia Nacional.
Claudia Sheinbaum apuesta por un Gabinete paritario, profesional y con experiencia. El horizonte de su próximo gobierno está sostenido bajo la visión de trabajar para prevenir problemas antes de que se presenten, en el talento para colaborar en equipo y en su inexcusable compromiso de apoyar a los sectores más desfavorecidos. Peculiaridad de los liderazgos de mujeres.