Por Francisco Ramos Aguirre
Como parte del habla popular de los victorenses, hoy presentamos una breve antología de frases relacionadas con el comercio local. Algunas de ellas se remontan a principios del siglo XX, y fueron acuñadas con fines publicitarios por los dueños de los giros mercantiles de aquellos tiempos. Por su carácter ingenioso y sencillo, muchas de ellas se mantienen vivas en la memoria colectiva y aún son pronunciadas entre las recientes generaciones.
Vale decir que los principales medios de comunicación donde se promovía el comercio victorenses era la radio y los periódicos. Uno de ellos era El Perico Semanario Joco-Serio Político que se publicó en 1940. El director era nada menos que: Perico el de Los Palotes, célebre por los célebres encabezados de contenido humorístico: «Piquete que va derecho al ojo, aunque lo cierren», «Ay viejas no se hagan pocas que las voy a necesitar», «El que nace para guaje de jícara no pasa» y «Por qué con tamal me pagas, teniendo bizcochería.»
Como este semanario, existieron más periodicos y revistas de donde hemos tomado algunas legendarias frases y apodos. Lo mismo, otras que nos fueron comunicadas por quienes alguna ocasión escucharon a sus ancestros pronunciarlas.
1.- Al centro y para dentro/hay que vestir como gente,/es decir cual caballero,/más tan sólo Tinajero da gusto al más exigente. Anuncio radiofónico de Sastrería Tinajero de mediados del siglo XX: “Cortador especializado en la capital del país”, se transmitía en la radiodifusora XEBJ.
2.- Al pasito y sin monear. Nombre de un tendajo establecido en la calle 1 Morelos, precisamente a una cuadra del cementerio municipal. La gente que participaba en los sepelios lo consideró una burla para los cortejos fúnebres que transitaban por ese lugar. Al recibir una notificación de la alcaldía, su propietario el peluquero Guadalupe Hernández «El Peneche», nativo de Palmillas le cambió el nombre por: «Paso a la Gloria.»
3.- ¡Aquí no es cine de corrientes! Frase aplicada por Alfredo Garza, administrador del Cine Alameda cuando algún espectador, escupía, tiraba basura o se comportaba de forma grosera. Entonces les regresaba el dinero del boleto y los echaba a la calle. Garza era originario de Nueva Rosita, Coahuila. (Armando Patiño Loya).
4.- BB y VT.- Cantina y Billares, Carta Blanca, Bohemia, Indio y Quijote, Bien Refrigeradas. Juárez y 13 (1952).
5.- Café Superior, sabroso hasta el último buchito. Anuncio publicitario de la XEBJ de los años cincuenta.
6.- ¡Cañonazos del Cine Alameda! Frase atribuida a don Pedro Montemayor Charles y el señor Filizola, administradores del Cine Rex. Se hizo célebre cuando proyectaban películas norteamericanas clásicos: Quo Vadis, Lo Que el Viento se Llevó, Sansón y Dalila, Y Dios Creó a la Mujer, Ben Hur, Las Minas del Rey Salomón y muchas más.
7.- Cuida los centavos que los pesos se cuidan solos. Napoleón Salinas, agricultor, henequenero y comerciante.
8.- Coma Pan Victoria y Comerá Pan. Anuncio publicitario de Panificadora Victoria, propiedad del español Alfredo Negrete Hernando.
9.- Con un ojo llora y con otro ve. Utilizada por la periodista de sociales Cochichi-Cuchichua del periódico Nueva Era. (diciembre/1948).
10.- El Casino del Pueblo. La Veladora, cervecería y billares. Gerente Pedro Hernández. (EL Heraldo de Victoria/octubre 18/1954).
11.- El Gallito. Una de las cantinas más famosas de Victoria, propiedad de Armando Mancha. Inicialmente estaba ubicada en el 9 Hidalgo y Juárez y debe su nombre al periódico El Gallito, dirigido por don Lucio Mancha, padre del propietario del bar. En los años cincuenta el periódico El Observador le dedicó dos calaveras con motivo del día de muertos:
Dicen que un día El Gallito,
de repente le cantó,
y don Lucio dando un grito,
con el susto se murió.
Su cadáver fue encontrado,
en la cantina El Gallito,
y según me han platicado,
cayó como fulminado,
al tomarse un caballito.
12.- El pan que rinde más, lo vende Felipe Paz. Pregón alusivo a un célebre comerciante y “agente de publicaciones” Felipe Paz González, quien recorría en bicicleta, sosteniendo un canasto, la calle de Juárez y diferentes barrios de la capital tamaulipeca. (Alejandro Rosales Lugo).
13.- En éste negocio no se fía, pero le doy la mercancía y después me la paga. Arsenio Saeb Félix, propietario de una tienda de abarrotes en general. Hidalgo y Manuel González.
14.- En los bienes me ha ido mal, y en los males bien. Jaime Hinojosa, agente de Bonos del Ahorro Nacional, cuando alguien le preguntaba ¿cómo te ha ido?
15.- El panalelo con el pan. Pregón de un migrante chino que vendía pan de canasto por las calles de Victoria. En 1945, hacía su recorrido diariamente ofreciéndolo en los hogares del centro de la capital tamaulipeca, desde el 18 Morelos y Matamoros.
16.- La Fortuna. Donde un peso vale por dos. La Fortuna, tienda de ropa propiedad de Antonio Batarse de origen palestino, ubicada en la calle Hidalgo 9 y 10. Anuncio publicitario de 1950.
La parca logró llevarse,
en una noche de luna,
a don Antonio Batarse,
el dueño de La Fortuna.
17.- Las Tres BBB. Tienda de ropa propiedad de Domingo Kuri Constantino de origen libanés. Antes de establecerse en Ciudad Victoria, abrió en Monterrey la tienda Las Tres BBB, el mismo nombre de otra que estaba enfrente, propiedad de un mexicano. El empresario le reclamó enojado, pero Kuri lo encaró: «Un momento joven que significan las tres B. El empresario le contestó: bueno, bonito y barato. Entonces por qué te enojas, las mías significan: Básale, Bachentro, Barchante.» (Periódico El Heraldo de Victoria/1 de agosto de 1957).
18.- Lo que no entra en la bolsa derecha, entra en la izquierda. Frase del abuelo de Alfonso Rizk, empresario palestino de Ciudad Victoria. La referencia tiene su origen cuando le preguntó a su abuelo porque abrió una zapatería enfrente de otro negocio, también de su propiedad.
19.- Los doctores viven de sus enfermos, los licenciados de sus pleitos y Tomás A. Sánchez de sus asegurados. Anuncio del periódico Noticias, 20 de marzo de 1954.
20.- Pablo Barrón, hace carritos y vende carbón. Frase relacionada con un personaje popular, quien deambulaba por las céntricas calles victorenses. Para subsistir fabricaba carritos de madera y vendía carbón.
21.- Pachucos. Billetes de papel moneda un peso que circularon en las décadas de los cincuenta y sesenta del siglo pasado. «Distintivo del Baile Ranchero: Cinco Pachuquitos.» Lucio Mancha, director del periódico el Gallito.
22.- Pagüi…pagüi maduri. Pregón de don Pepe, vendedor ambulante con un carretón de ruedas metálicas que recorría la Ciudad en los años setenta. Para protegerse del intenso sol del mediodía, usaba un «casco» Sarakof.