Cena de negros
Por Marco Antonio Vázquez Villanueva
La ideología de muchos políticos se reduce a un puñado de billetes y, a veces, a la simple ilusión de obtenerlos vía explotar el poder que dan algunos puestos de elección popular.
La elección del domingo nos dejó una clara muestra de lo anterior, los enemigos de ayer, PAN y PRI junto al otrora legendario adversario de estos, el PRD, buscaron derrotar a Morena y aliados.
La coalición fue una muestra clara y fehaciente de la fortaleza política e ideológica de cada partido que la conformó, se veían tan monstruosos que el ciudadano desde muy lejos notó que el objetivo de ganarle al Morena la mayoría en el Congreso y la presidencia de la República era más ambición que un proyecto de gobierno, por eso no respaldaron sus intenciones, al contrario, al unirse le creyeron todo lo dicho al presidente Andrés Manuel quien desde hace años hablaba del PRIAN, de un Frankenstein que encarnó por fin este año a nivel nacional.
Triste fue que trataran de juntar el agua y el aceite por avaricia y no por coincidencias en los proyectos de nación, que se buscaran unir con el único afán de rescatar el poder y los presupuestos perdidos, precisamente, por su comportamiento ambicioso, rapaz.
Por suerte el pueblo de México no respaldó ese collage de ideologías políticas tan disímbolas, no toleraron que se pretendiera unir la manera de ejercer el poder y sus presuntas propuestas de manejar la economía pública porque al mezclarse todo se reducía a meras payasadas, a locuras.
Desde luego que la legislación permitió una coalición política de ese tipo, estuvieron en todo su derecho de querer ganar puestos como el de Presidenta, Senadores, de Diputados y alcaldes, lo que no se vale es que se mostrarán tan cínicos, soberbios y creyeran que la gente es torpe y vota por el PAN, PRI o el PRD nomás porque les gustaban las letras que les representan, desde luego que no, los ciudadanos saben o se imaginan qué quiere cada uno de ellos al gobernar y se los restregó con los votos en contra en las urnas.
La ciudadanía ve en el PRD a la izquierda con programas de gobierno más socialistas, mientras que el PAN representa a la derecha que cree que se deben retirar subsidios y programas de apoyo que no sean redituables para el gobierno o no hayan demostrado eficiencia, del PRI ya no saben ni qué ideología representa porque en ochenta años de gobierno todo lo hizo a la mexicana y no funcionó, pero si saben que no encajaba con uno ni con otro, y no, no se podían amontonar las tres propuestas porque no iban a recibir votos ya que fue imposible imaginar qué gobierno saldría de ellos.
Cierto es que una coalición de ese tipo no es extraña, en Tamaulipas, se recuerda que hace unos 30 años de esa manera ganó Gustavo Cárdenas Gutiérrez la alcaldía de Victoria, el resultado de su gobierno fueron muchos baches, la ciudad destrozada, la incapacidad política para negociar con el gobernante estatal porque uno y otro partido opinaban diferente, y se notó la soberbia de exponer al pueblo a muchos males con tal de no ceder nada.
Más triste es que los panistas, priístas y perredistas, no requirieron de enemigos, se hicieron garras solos, en el Google se pueden encontrar denuncias de unos contra otros en el sentido de proteger presuntos delincuentes, corruptos, saqueadores.
Más claro, parece que a los dirigentes del PRI, PAN y PRD poco les interesaba unir sus fuerzas políticas con hipotéticos forajidos si eso a ellos le garantizaba un puesto de elección popular, como va a ocurrir con Alito, Marko Cortés y demás secuaces.
Desde luego, son asuntos de las dirigencias de los tres partidos negociar una coalición política, querían evitar lo que sucedió con Morena que ganó casi todo, lo que no se vale es que en busca del poder su militancia les valga una pura y dos con sal.
En las condiciones de este México lindo y querido es claro que este país requiere de definiciones no de ambición, requiere de personajes que convenzan con liderazgos, con trabajo, con propuesta, con ideologías y no de ganar al costo que sea necesario, se requiere, pues, de proyectos viables de nación.
Es, en ese sentido, fue una traición a los militantes del PAN, del PRI y del PRD la coalición, fue una mala idea de la derecha neoliberal juntarse con izquierda para decirle a la gente que no le interesa cómo, nomás el ganar, que lo suyo es avaricia y no un propósito.
Por supuesto que son buenas las coaliciones, las ideologías parecidas se deben unir en busca de hacer menos partidos, menos costosa la democracia, más transparente, lo que no parece sano es que quieran mezclar la derecha recalcitrante con la izquierda socialista, no habría forma de hacer un gobierno eficiente, ni siquiera que se pusieran de acuerdo en los cabildos o el Congreso en caso de que resulten el PAN, PRI y el PRD ganar en una elección.
Esperemos que los tres partidos nuevamente vayan solos en futuras contiendas, tienen argumentos para ello con el resultado de la elección de este 2024, por lo tanto no necesitan ni la traición ni el confundir, además saben que de aceptar otra vez una coalición se prestarían a que la gente piense que es real lo dicho del presidente AMLO cuando habló de ese Frankenstein llamado PRIAN.
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