La crisis hídrica que se vive en la zona sur de Tamaulipas ha escalado y ahora se centra en el desabasto de agua embotellada y purificada.
En un recorrido realizado por En Un 2×3 a distintas tiendas departamentales y de autoservicio en Tampico y Ciudad Madero se observaron los anaqueles de agua natural vacíos.
Con carteles se advierte que, en caso de encontrar, las botellas están limitadas a tres, cinco o seis piezas por cliente dependiendo del establecimiento.
En el caso de los garrafones, su venta se ha suspendido debido a que las empresas embotelladoras recibieron la instrucción de no surtir a tiendas debido al desabasto de agua en la zona.
Caso aparte es el de pequeñas purificadoras que han suspendido actividades debido a que no cuentan con abasto de agua para ofrecer al público.
En establecimientos como faros y purificadoras se observan largas filas de personas que esperan a la llegada de pipas para el abastecimiento.
En algunos se reciben los garrafones vacíos, se etiquetan y, en cuanto hay nuevamente disponibilidad, se llenan y se avisa a los dueños para que pasen a recogerlos.
Paradójicamente, el área destinada a los refrescos y aguas saborizadas en tiendas y autoservicios permanece con buen abasto y surtido constante.
El consumo hídrico por parte de la industria refresquera, no sólo en México, sino a nivel mundial, es uno de los más altos.
Las refresqueras y cerveceras consumen al año más de 71 mil millones de litros de agua, que equivalen al consumo de poco más de medio millón de mexicanos.
Se estima que para la fabricación de un litro de refresco se consumen 2.19 litros de agua más 1.9 litros en el proceso de producción.