Cena de negros
Por Marco Antonio Vázquez Villanueva
En el más torpe de los actos, Yuriria Iturbe Vázquez, presidenta del Comité Ejecutivo Estatal de Morena, ofreció una conferencia con la prensa para solicitar al alcalde de Reynosa, Carlos Peña Ortiz, a quien su partido registró como candidato a reelegirse en el cargo, “priorizar el proyecto colectivo de transformación”, traducción, casi le exige que se baje de la contienda para nombrar otro candidato o candidata.
El acto refleja ambiciones de los grupos que se siguen haciendo trizas mientras tengan, aunque sea mínima, posibilidad de arrebatar la candidatura a presidente municipal de Reynosa, también una urgencia desmedida por quitar del camino a Peña Ortiz y colocar a alguien más afín al grupo de la presidenta de Morena.
Obvio, también es karma, los morenos ahora son rehenes del alcalde de Reynosa y su madre que no pueden ser obligados a bajarse de la contienda hasta que la autoridad electoral de un veredicto final sobre la situación del alcalde, es decir, si es real que vendieron esa candidatura, que los morenos se corrompieron, lo están pagando muy caro porque tendrán que regresar dinero o convencer de que no han tenido culpa alguna de lo que sucede.
A Yuriria la acompañaron en la conferencia todos los Diputados locales que son representantes de ese municipio, si, curiosamente todos aspirantes a sustituir a Carlos Peña y todos coincidieron en señalar que el llamado “Makito” ya le hace más daño a Morena con la posibilidad de intentar reelegirse.
La realidad es que la conferencia solo refleja una torpeza que raya en lo pueril de parte de la presidenta de Morena y una ausencia de control político sobre el partido, más aún, hay que buscar a quien convenció a la dirigente de Morena a salir a exhibir las debilidades del partido a sabiendas de que era innecesario ya que la autoridad electoral tendrá que definir si procede o no el registro de Peña Ortiz y lo tendrá que hacer con tiempo suficiente para que Morena registre a quien mejor convenga en caso de que efectivamente este inhabilitado el alcalde, es más, sí se revisa la ley tendría que haberlo hecho como límite este 3 de abril.
Vaya pues, en realidad Morena no corre riesgo alguno de quedarse sin candidato, podrán sustituirlo cuando la autoridad lo ordene y ya, le insisto, sí el IETAM atendiera lo que dice la ley desde este 3 de abril se debió pronunciar sobre la candidatura de Carlos Peña.
Hay algo peor en el acto de hacer una conferencia para exhibir los pecados del alcalde de Reynosa, la presidenta de Morena olvida que fue su propio partido en que eligió a Peña Ortiz candidato para reelegirse, que todos los pecados de los que le acusa los arrastra de hace años y los conocían perfectamente.
La realidad es que a Morena le ayudaría más guardar silencio sobre el acto, esperar a que la autoridad electoral resuelva, está visto que Peña Ortiz no se piensa bajar por voluntad propia y, de acuerdo a la legislación electoral, el tiempo para cambiarlo a voluntad del partido ya terminó cuando se cerró el periodo de registros, ahora para sustituirlo, debe existir “motivo de fuerza mayor”, por ejemplo, que lo inhabiliten y no proceda su registro lo cual se dará pronto, es más, se resolvería en todas las instancias antes del 15 de abril fecha en que inician las campañas.
Y aún si se diera después de esa fecha la realidad es que Morena no corre muchos riesgos, el PRIAN en Reynosa está muerto al llevar de candidatos en ese municipio a todo el cabecismo odiado a más no poder y a fuerza de ser sinceros la polarización de fuerzas políticas en ese municipio garantiza que solo el alcalde puede hacer una buena campaña en este momento.
La situación hace evidente las limitaciones para operar políticamente del área a cargo, peor aún, que los grupos de Morena no reparan en nada para destrozarse tan solo por existir la mínima posibilidad de arrebatarse candidaturas, obvio, todavía sería más desagradable que los gurús de pasado estén atizándole al caldero para vender ellos las candidaturas agandallando a los que se sienten iluminados en la General de Gobierno y en la dirección de Morena, digo, para nadie es un secreto que algunos de ellos siguen pensando que con sus actos maquiavélicos pueden recuperar poder como en sus viejos tiempos, de allá cuando ocupaban cargos como el de Secretario General de Gobierno, presidentes del Congreso o dirigentes del PRI, porque ha de saber que de ese tamaño se andan moviendo las ambiciones.
Conclusión, los actos de Yuriria Iturbe, los actos de los poderosos del pasado, los actos del propio Carlos Peña Ortiz y su madre, solo reflejan una cosa, Morena y sus liderazgos duermen con el enemigo en casa…
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