Por Oscar Díaz Salazar
La inclusión del gerente del sindicato de maquiladoras de Reynosa, Alberto Lara Bazaldua, en la lista de candidatos a diputado local por la vía de la representación proporcional de Morena, exhibe las graves y grandes deficiencias, taras y problemas de quienes usufructúan las siglas del partido en Tamaulipas.
La postulación de Lara es un error porque exhibe las alianzas de los priistas que gobiernan, postulados por Morena, con otros priistas que fueron, y siguen siendo, los protagonistas del viejo régimen, los integrantes de una clase política que por más de dos décadas intentó desplazar el presidente López Obrador y quienes se adhirieron a su movimiento.
La propuesta de Lara es una propuesta que premia y empodera a un administrador de un sindicato blanco, de un pseudo líder que sirve a los intereses de patrones trasnacionales, por encima de sus representados.
La invitación a Lara es el mejor ejemplo de la expresión que utilizan mucho los morenos para explicar decisiones absurdas, incomprensibles, raras y que señala: «si no suena lógico, suena metálico».
Incrustar a Lara en un sitio de privilegio de la lista plurinominal es una afrenta para los morenos, los del PT y los ciudadanos sin partido que simpatizan con el movimiento, porque recuerdan bien que apenas hace tres años, Alberto Lara fue candidato a diputado local en el distrito 7, con las siglas del PAN.
Si Lara no es un buen candidato, pues fue derrotado en el 2022, ni es un buen diputado, pues cuando fue diputado con los panistas, en la legislatura pasada, no se le recuerda por presentar buenas iniciativas o por ser un orador brillante, por eso no suena lógico que lo consideren en la lista plurinominal de morena, y puesto que no suena lógico… Suena metálico.
A Alberto Lara ya le «habían quitado» el sindicato, Cabeza de Vaca ya lo había echado en corrida. Pero la Vaca Salvatrucha no pudo administrar el negocio, por lo que el pseudo líder Alberto Lara fue contratado como gerente, en el negocio donde antes (como ahora) fungía como co propietario, asociado a la dueña de INDEX, al crimen organizado, a un líder de la CTM y a un político que les brinde protección.
Recurrir a Lara es una prueba de que el gobernador no tiene amigos ni aliados en Reynosa. Eso le dio oportunidad a dos o tres personajes «impresentables», -para decirlo de forma políticamente correcta-, que han tenido protagonismo en los primeros años del ameriquismo, siendo Alberto Lara uno de esos impresentables.
No pasará mucho tiempo para que se arrepientan de la alianza que hicieron con un líder de un sindicato blanco, que fanfarronea de ser guevarista, que actúa como porro, que no hace mucho tiempo operó la persecución política contra Susana Prieto, que no pudo ganar su propia elección y que ha dado muchas muestras de su deslealtad, «al darse vuelta en un dayme» como dicen allá en los esteits, donde reside y pernocta Alberto Lara.
Termino diciendo que en esta situación, en el llamado a Lara para ocupar una curul en el Congreso del Estado, el susodicho no tiene problema, él simplemente se aprovecha de las oportunidades, o para no quitarle mérito: él crea las oportunidades. Aquí aplica la sentencia: «no tiene la culpa el indio, sino el que lo hace compadre.»