Cena de negros
por Marco Antonio Vázquez Villanueva
Dicen las últimas encuestas que Claudia está ganada y de calle; también que Xóchitl, esa de los recordatorios maternales y el fosfo fosfo, van para arriba aunque nomás no prenden lo suficiente como para preocupar a Morena, que se han estancado al grado de ya no tener posibilidades en este momento.
Interesantes la encuestas porque revelan que los jóvenes pudieron dividirse, que son el factor que decide cada elección, pero que prácticamente las preferencias de los mismos están terciadas, sin embargo los que van con los aparentemente perdidos no quieren votar.
Lo que si resulta interesante es que al preguntar quien tiene definido el voto los que responden positivamente digan en un 60 por ciento que lo harán por Morena, a veces baja a 56, pero la más cercana a ellos, Xóchitl, difícilmente llega a los 30 puntos de aceptación.
Los números, al final, irán cambiando, son tendencias, e igual no van a las urnas, son fotos de un día, sin embargo es ilustrativo el resultado para los análisis de nuestra realidad.
Es decir, las casas encuestadoras preguntan la tendencia del voto, pero no las razones de este, da la impresión de que no pretenden exhibir el deterioro que vivimos como ciudadanía ya que lejos de motivarse el sufragio por propuestas el electorado pretende tomar venganza, restregarle en la cara a los políticos que estamos hartos de la violencia, inseguridad, de traer muy pocos centavos en la bolsa, de un prianismo que no repartía nada y nos dejó muy jodidos.
Tan huele a venganza todo que lo más que se provoca con algunos problemas sociales es que los muchachos o los dolitos piensen en abstenerse, los últimos días la canasta básica se ha incrementado fuerte y parece incontrolable, el gas, la gasolina, la luz y muchos otros servicios que controla el gobierno siguen subiendo y con ellos se irán para arriba, otra vez, los que tienen los productos principales para nuestra alimentación, haciendo cada vez más difícil surtir la despensa, el comer dignamente, el darle a los hijos lo suficiente para que puedan estudiar y estar sanos, pero se tienen pensiones, becas, apoyos directos y esos la gente los está aquilatando de tal forma que se acuerda cuando sucedía lo mismo, o todavía peor, y ni apoyos recibían por lo que consideran que los del PRIAN robaban más.
En esas condiciones se ve peliagudo que la gente se anime a votar por el candidato Xóchitl por más fuerza y corazón que le ponga y ya ni hablar de quienes lo representen en los Estados como candidatos a Senadores o Diputados federales, vaya, incluso los candidatos a alcaldes podrían pagar los platos rotos porque con todo y que sean las mejores propuestas el mundo los vincula con lo peor de nuestro pasado.
Lo mismo ocurre con el naranja, la gente lo identifica como un segundón, como quien se acobardó y es de las razones de nuestros males, peor su caso que vaya subiendo en las encuestas sin exponer más proyecto que unos tenis muy llamativos.
Ahora, más allá de quien gane o pierda la elección en junio, lo preocupante hoy es que el ciudadano no escuche las propuestas, que oriente su voto por filias o fobias, que a veces de la impresión que no espera que las cosas cambien con Claudia sino que metan al bote a quienes han causado nuestras desgracias o, peor aún, quitar a unos para que roben otros y ya.
Es cierto, resulta muy complicado evaluar las propuestas de los aspirantes a la presidencia de la República, es casi imposible creerle a los que serán Diputados y Senadores, igual será muy difícil pensar que con los actuales alcaldes o con quienes vengan se pueda tener una vida diferente, de oportunidades y en paz, pero igual es una realidad que de no analizar a los candidatos, sus amigos, la historia de todos ellos y la capacidad que tienen para hacer las cosas pues nos puede ir peor.
Podemos tomar venganza en las urnas, de eso no hay dudas, sin embargo le recomiendo una sola cosa, pensar en sus hijos, saber si realmente nuestro voto les dará opciones de vivir mejor, de tener oportunidades, de no batallar para comer tres veces al día o por lo menos de estar menos peor.
¿Usted qué opina?, ¿por quién va a votar?, es más, le haré una pregunta mejor, ¿por qué va a votar a favor de su candidata, candidato o del partido de sus preferencias?, la apuesta es grande por eso será muy interesante que escriba la respuesta y la repase hasta que se demuestre a usted mismo que tiene la razón, descubrir si lo suyo es rencor o realmente está votando porque tiene motivos de peso, los que por cierto, ni nos los han dado los aspirantes a cargos de elección popular…
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