Por Concepción Delgado Parra
Dos hechos fueron presentados el viernes pasado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, a propósito de su 5o año de gobierno: la inauguración del Aeropuerto Internacional de Tulum “Felipe Carrillo Puerto” y el aumento del 20 por ciento al salario mínimo a partir de enero de 2024.
El impulso a la inversión pública, la creación de empleo y el incremento del salario de los trabajadores configura uno de los puntos estratégicos sobre los que se edifica el desarrollo económico del actual gobierno.
Mejorar las condiciones salariales y potenciar la inversión pública, durante las últimas cuatro décadas fue leída en clave “populista” por las élites financieras, económicas y políticas. En este periodo, las políticas públicas estuvieron dirigidas a privatizar los bienes públicos y estancar el salario mínimo.
Disminuyeron los gastos del gobierno mexicano mediante la privatización del patrimonio de la nación, argumentando que el sector empresarial, local y trasnacional, tenía mayor capacidad administrativa y acceso a tecnologías mejoradas, lo que redundaría en el crecimiento económico y bienestar de la población. Mito que desmontó el actual gobierno.
Durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, el salario mínimo pasará de $88 pesos diarios a $248.93 en 2024. Y, en el caso de la Zona Libre de la Frontera Norte, el aumento será aún más satisfactorio, crecerá de $88 pesos diarios a $375.
Los incrementos en los salarios mínimos no impactan en la inflación, como apunta el abogado laborista y catedrático Manuel Fuentes. Cuando la inversión pública crece y el salario mínimo aumenta mejora la economía del país. El empresariado obtiene mayores rendimientos y la calidad de vida de las personas se eleva. Todos ganan, empresarios, trabajadores y gobierno.
Lo anterior se expresa en la disminución histórica de la pobreza en México, 8.9 millones de mexicanos dejaron de ser pobres de 2020 a 2022. El porcentaje pasó de 43.9 a 36.3 por ciento, según el informe del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). Y, la desigualdad se redujo 16 veces, con base en la última Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2022 (ENIGH).
En lo que respecta a la clase empresarial, también alcanzó ganancias importantes. En el primer trimestre de 2023, Grupo México las multiplicó casi 8 por ciento, en relación con los tres primeros meses de 2022. El Grupo Financiero Banorte subió sus ingresos netos en más del 46 por ciento. Inbursa elevó sus rendimientos a poco más de 30 por ciento.
Un dato más, en el tercer trimestre de 2023, la economía mexicana tuvo un crecimiento anual de 3.3 por ciento, de acuerdo con la Estimación Oportuna del PIB, proporcionada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (inegi).
A diez meses de la conclusión del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, su frase de campaña adquiere sentido, “Por el bien de todos, primero los pobres”. Mejorar la calidad de vida de los más desfavorecidos impacta positivamente en todos los sectores de la sociedad y genera las condiciones para alcanzar la paz, la igualdad y la justicia.
Doctorada en Ciencias Políticas y Sociales por la UNAM y Posdoctorada por la Universidad de Yale