Entre música regional, carros alegóricos, vestuarios coloridos y un sinfín de caracterizaciones, miles de personas presenciaron el desfile por el 113 aniversario del inicio de la revolución de 1910.
Los asistentes, en su mayoría padres de familia se dieron cita desde las siete de la mañana para traer a sus hijos a participar en este tradicional evento integrado por cerca de 50 contingentes y más de 2 mil 500 personas de los distintos centros educativos e instituciones gubernamentales y militares.
Padres de familia comentan que desde hace semanas se preparan junto con sus hijos para este día, y es que las presentaciones de hoy implican además de horas de ensayo un gran esfuerzo económico para la adquisición de vestuario y demás artículos necesarios para la participación sus hijos en esta celebración.
“Nosotros desde ayer en la mañana dejamos todo preparado, mis hijos vienen a participar, una en la escolta y otro en la banda de guerra de su secundaria”, comenta una madre de familia orgullosa mientras espera paciente que sus hijos pasen frente a la valla para poder tomarles una fotografía.
Mientras otros más siguen a distancia los contingentes, esperando la oportunidad de acercarse a sus hijos para ofrecerles agua, pues temen puedan sufrir deshidratación por la exposición al sol.
Los niños y jóvenes se ven entusiasmados entre el gran bullicio, sonríen, bailan, saltan, cantan, y no paran de moverse, hasta que empieza a sonar la banda de guerra y todos ocupan sus lugares apresurados para comenzar con las rutinas que han ensayado durante el último mes. Entonces da inicio el espectáculo, la sincronización y las melodías ante los ojos de los presentes, de los padres engrandecidos y de los docentes y demás entrenadores que han liderado cada coreografía.
Roberto Garza, reconocido exponente victorense en Taekwondo también estuvo participando y nos cuenta que a pesar de no estar radicando en la ciudad, vino de visita y fue invitado de último momento para hacer una presentación en dicha disciplina.
Por Karla Urbina